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Ciberseguridad: los trabajadores más buscados

Empresas e instituciones contratarán en los próximos años a miles de expertos en seguridad informática para hacer frente a las amenazas en la red

Ciberseguridad: los trabajadores más buscados

Hace 20 años los programadores informáticos se comían el mundo a nivel laboral. En la era de internet son los expertos en ciberseguridad los trabajadores más buscados por las empresas. La demanda de empleo en este sector lleva un crecimiento imparable y se estima que hasta 2015 harán falta en la Unión Europea más de 800.000 especialistas que velen por la seguridad en la red de empresas y grandes corporaciones.

En la provincia de Alicante ya se están dando los primeros pasos para no quedarse a la cola de esta oportunidad laboral. La Universidad de Alicante comenzará a ofertar, previsiblemente a partir del próximo curso, el primer máster en ciberseguridad y a nivel más doméstico, comienzan a surgir iniciativas para difundir qué es la ciberseguridad y cómo nos afecta a todos. Es el caso de tres jóvenes estudiantes -Mauricio Trujillo, Jorge Brocal y Adrián Fernández- que se han unido para organizar charlas, cursos y encuentros, tanto para expertos, como para aficionados al tema.

El horizonte de este mercado laboral viene marcado por el nuevo Reglamento General de Protección de Datos, que España debe trasponer de la Unión Europea en mayo del próximo año. La norma «obligará a todas las empresas a pasar auditorías de seguridad y serán responsables, independientemente de su tamaño, de las fugas de seguridad que puedan tener.

Esto va a obligar a contratar a muchísimos trabajadores relacionados con la seguridad informática», explica Mauricio Trujillo. Recientes ataques masivos como el de Wannacry ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la red y la necesidad de contar con profesionales que la hagan más segura.

Mucha demanda de empleo, pero pocas vías de formación. Algo que la Universidad de Alicante quiere solventar con la puesta en marcha a partir del próximo curso un máster propio en ciberseguridad, el primero de la Comunidad Valenciana que imparte una universidad pública.

«Hasta el momento, los alumnos de ingeniería informática podían optar por un itinerario que les daba la posibilidad de adquirir las nociones básicas de ciberseguridad. Con este máster se logrará una mayor especialización en este campo que tanto empleo va a generar en los próximos años», señala Andrés Montoyo, director de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante.

Pero la formación no es la única asignatura pendiente en el terreno de la ciberseguridad. «Falta cultura popular. La gente todavía piensa en el hacker como alguien con malas intenciones e incluso la Real Academia Española lo define como "pirata informático"», señala Jorge Brocal. Sin embargo, añade este joven estudiante de ESO aficionado a la ciberseguridad, «hay que distinguir entre el hacker ético, que se dedica a detectar y solucionar fallos de informática y el cracker, quien utiliza sus altos conocimientos de informática para hacer daño a las empresas y chantajear a los usuarios».

Brocal, junto a Mauricio Trujillo y Adrián Fernández se han propuesto despertar el gusanillo de la ciberseguridad en Alicante ante la falta de estudios oficiales y foros para intercambiar ideas. A finales de octubre celebraron un exitoso encuentro en la Sede de la Universidad de Alicante al que quieren dar continuidad en forma de charlas para expertos, pero también para el público en general.

Y es que una red segura no es algo que afecte sólo a las empresas. Compras on line, redes sociales y la cantidad de aplicaciones que genera el denominado «internet de las cosas» nos hacen cada vez más vulnerables a la ciberdelincuencia.

«La gente no se da cuenta de que con un teléfono que tiene geolocalizador lo que realmente llevan encima es un ordenador que va dando información sobre las tiendas en las que entras, los pasillos que visitas e incluso con quién te encuentras», señala Luis Muñoz, consultor y formador en ciberseguridad.

Una información que en manos de grandes empresas como Google «no entraña mayor riesgo, porque esta la vende con fines publicitarios». El problema, añade Muñoz, «es que las contraseñas de las cuentas son fáciles de obtener y si alguien con malas intenciones accede a ellas puede tener a su disposición toda tu información».

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