Los agricultores de la Comunidad Valenciana sigue pensando que el trasvase moderado del Ebro debiera formar parte de la solución integral del problema. En el informe remitido a Madrid se plantea la conexión desde el Ebro partiendo de su tramo medio entre la derivación del Canal Imperial de Aragón y la confluencia del Ebro y el Jalón con el sistema de cabecera del Tajo a través del conocido corredor del Jalón, aportando nuevos recursos al embalse de Entrepeñas que podrían ser derivados a través del trasvase Tajo-Segura

La longitud total de la alternativa es de 197 kilómetros, de los cuales 56 km discurren en tubería, bien en impulsión o en conducciones a presión por gravedad, 59 km en canal a cielo abierto y 82 km en túnel. La altura geométrica total de elevación asciende a 669 m, que se consigue mediante siete estaciones de bombeo.

La derivación del Ebro medio es una alternativa viable. Los técnicos sostienen que está comprobada su viabilidad hidrológica para solventar el déficit existente en los aprovechamientos derivados del trasvase (210 hm3), pudiendo resolverlo por sí sola. La solución evaluada capta caudal del Canal Imperial de Aragón, aguas abajo de la derivación existente para el embalse de La Loteta y se ha previsto un funcionamiento en solo siete meses para no afectar a la explotación del Canal Imperial. Ello supone un sobredimensionamiento muy importante que repercute en el coste. Si fuese viable ambientalmente derivar directamente desde el Ebro aguas arriba del Jalón el sobredimensionamiento sería menor y el coste podría recudirse. Desde el punto de vista de dar una solución más global a los aprovechamientos del sureste español, nos encontramos con un techo de 473 hm3 de media anual.

Desde el punto de vista ambiental, el trazado discurriría en longitudes importantes dentro de espacios protegidos, pero siempre en tubería o en túnel, por lo que previsiblemente no se generarían impactos críticos. Debe profundizarse en los estudios del estado de las masas de agua afectadas, según el informe.