El uso descontrolado de pesticidas en la agricultura y de antibióticos en ganadería y entre la población pasará una importante factura a nuestra salud en tan solo 30 años, debido a la resistencia que hongos y bacterias están desarrollando a los tratamientos habituales. Este problema fue abordado ayer en el marco del Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina, que estos días se celebra en el Colegio de Médicos de Alicante.

El problema no es menor, si se tiene en cuenta que el Ministerio de Sanidad estima que en la Unión Europea mueren cada año 25.000 personas por bacterias resistentes a los antibióticos y el escenario que dibujan los expertos no es más alentador. Si no se toman medidas, la resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte en 2050, con 10 millones de fallecimientos en el mundo.

«En ganadería los antibióticos se utilizan para engordar el ganado, por lo que deberían ser eliminados totalmente por los problemas de resistencia de bacterias que están ocasionando», señaló ayer Manuel Cuenca, experto en infecciones fungicidas, quien ayer ofreció la conferencia de apertura del congreso.

La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos, tanto por vía directa como indirecta, por ejemplo, ingiriendo carne de animales a los que se les ha tratado con estos fármacos.

En el caso de los hongos, el problema viene de los pesticidas que se usan de manera habitual en el campo -y que consumimos a través de frutas y verduras- para evitar la pérdida de cosechas. «En España, igual que en otros países, ya se han detectado algunos casos de resistencia a algunos fungicidas que se utilizan en los hospitales para combatir las infecciones por hongos», afirma Manuel Cuenca.

Los principales afectados son enfermos oncológicos, pero también pacientes que se han sometido a cirugías agresivas. Si estas personas se infectan con estos hongos resistentes el riesgo de no poder cortar esa infección es mucho más alto, según precisó ayer Cuenca. Aunque en el caso de los hongos estas resistencias no son aún muy frecuentes, Cuenca cree que es el momento de introducir mayor control en el uso de los pesticidas, para que se empleen sólo en casos muy justificados, aunque reconoce que el problema es difícil de atajar «porque estamos hablando de pérdidas de cosechas enteras». Además, según precisó en su charla, «el uso de pesticidas biológicos no termina de dar buen resultado». Con el uso de antibióticos en la ganadería, este experto se muestra más tajante y piensa que deberían desaparecer por los problemas de salud que están ocasionando.

Y es que uno de los últimos informes de la OMS, el pasado mes de septiembre, se alerta de que el mundo se está quedando sin antibióticos y que sin éstos «intervenciones como el transplante de órganos, la quimioterapia del cáncer, el tratamiento de la diabetes o la cirugía mayor (por ejemplo las cesáreas o las prótesis de cadera) se convertirán en procedimientos de muy alto riesgo». El Ministerio de Sanidad considera que la aparición y diseminación de bacterias resistentes y la escasez de tratamientos alternativos, «son dos de los mayores problemas de salud pública y sanidad animal que es necesario afrontar en la actualidad». Según Sanidad, el 46% de los pacientes ingresados en el hospital toma a diario antibióticos, por encima de la media Europea, aunque el mayor consumo en humanos (hasta el 90%) procede de las prescripciones de los médicos. Sanidad estima que casi la mitad de estos tratamientos son inadecuados, tanto en hospital como en centros de salud.

Junto al ámbito sanitario, la ganadería conforma la segunda pata de este problema, lo que ha motivado que la FAO y la OMS hayan hecho llamamiento para que se controle la administración de medicamentos al ganado. Entre los consejos de la Organización Mundial de la Salud está que sólo se administren bajo supervisión veterinaria, que se vacune a los animales para reducir la necesidad de los antibióticos y que no se empleen para el crecimiento del ganado ni para prevenir las enfermedades.