La refundación del pacto de gobierno en Alicante firmada ayer por el PSOE y Compromís exige que antes de que acabe este año se resuelva de forma positiva la situación jurídica del alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, investigado judicialmente por el presunto fraccionamiento de los contratos del área de Comercio y por el despido de la cuñada del portavoz del PP en el Ayuntamiento, Luis Barcala. También figura literalmente que, si se agrava la situación jurídica de Echávarri, se darán por extinguidos los compromisos adquiridos.

El documento, firmado ayer en la Sede Universitaria de Alicante con la asistencia del propio alcalde y del portavoz de Compromís, Natxo Bellido, contempla la investidura de un nuevo mandatario en caso de que a Echávarri se le abra juicio oral «con el compromiso de garantizar un gobierno progresista en la ciudad». El candidato lo propondría el grupo municipal socialista.

Este manifiesto, fruto de las negociaciones a dos bandas celebradas las últimas semanas por cargos autonómicos y locales de ambas formaciones, excluye a Guanyar, tercer socio de gobierno, que ha anunciado que dejará el tripartito antes del 15 de noviembre si Echávarri no dimite. Ayer, tanto el regidor como Bellido tendieron una mano al edil de Guanyar Miguel Ángel Pavón para que se sume a la refundación del pacto que ellos han firmado, siempre que comprometa su lealtad tanto al gobierno local como al de la Generalitat. El líder de Compromís fue más allá y anunció que la próxima semana se convocará a Pavón a una reunión para pedirle que se incorpore al pacto que intenta salvar «el gobierno del cambio» en Alicante.

El acuerdo contempla la creación de una comisión de seguimiento que elaborará los puntos a desarrollar como ejes del cambio, que arrancará su trabajo el jueves 2 de noviembre a las 17.30 horas.

El documento consta de tres páginas y diez puntos, los dos primeros centrados en la condición de investigado de Echávarri como lastre para la refundación del pacto de gobierno. Sin embargo, la cuestión judicial en el manifiesto es ambigua, por la diferente interpretación que hacen ambas formaciones de los procesos judiciales que afectan al alcalde.

Mientras los socialistas sólo contemplan la apertura de juicio oral en el caso del fraccionamiento de las facturas en el área de Comercio, para Compromís cualquier cambio a peor en la situación judicial del alcalde puede suponer un agravamiento, concepto incluido en el punto 1 del documento que activaría, en caso de producirse, el punto 2, es decir, la investidura de un nuevo regidor. Es lo que podría pasar si el procedimiento por el despido de la cuñada del portavoz del PP en el Ayuntamiento, Luis Barcala, por el que Echávarri declaró el miércoles ante el fiscal, acaba en otra imputación.

Echávarri, que dio un cariñoso apretón de manos a Bellido cuando se vieron, fue cuestionado tras la firma sobre si facilitará el relevo en la Alcaldía en caso de seguir estando investigado judicialmente a 31 de diciembre. Respondió que si para esa fecha no hay variación de su situación jurídica o ésta se agrava no se llevaría a cabo el contenido del acuerdo con Compromís. Tampoco confirmó si en ese caso se había comprometido a dimitir. «Desde iniciado el procedimiento, he dicho que de futuribles hablaré cuando lleguen», manifestó.

Sobre la posibilidad de que el PSOE gobierne Alicante con sólo seis concejales si Compromís y Guanyar dejan el tripartito, Echávarri dijo que «la mano está tendida» a esta última formación porque «catorce concejales podemos dirigir la ciudad mejor que nueve, y mejor que seis».

Seguidamente, invitó a Guanyar a sumarse al documento de refundación. «Desde la lealtad debida a los compañeros del gobierno y a la Generalitat, a lo que representa el Pacto del Botànic, se pueda incorporar en el momento que quiera», señaló. Echávarri agradeció el esfuerzo de los negociadores de Compromís, los cargos autonómicos, Emilio Mira y Patricia Piquer, y los locales, Natxo Bellido e Ismael Vicedo, que estuvieron en el acto de ayer. Lo mismo que la mayoría de negociadores del PSOE, Carlos Fernández Bielsa y Ana Barceló a nivel autonómico, y el edil Carlos Giménez (faltó Pedro Boj).

«Si permitiéramos que el PP alcanzara la Alcaldía, sería una legislatura fallida y un gran fracaso para las expectativas de miles de alicantinos que confiaron en la izquierda para mejorar sus vidas y la ciudad», dijo Echávarri.

Bellido ratificó el espíritu del documento para investir a un nuevo alcalde si abren juicio oral a Echávarri. Si esto no ocurriera, dijo que Compromís abandonará el gobierno municipal. Bellido aseguró que, pese a este plazo de dos meses que dan ahora al primer edil, la posición de la formación no ha variado y que es la misma que adoptó la ejecutiva y que ratificó la asamblea el pasado día 17 de abandonar el tripartito si Echávarri sigue en el cargo pese a su investigación judicial.

Grupos de la oposición

El PP acusó a PSOE y Compromís de cerrar «un apaño». «Por mucho que le pongan un profesor de autoescuela, el principal causante de los problemas sigue a los mandos del volante», dijo el portavoz popular, Luis Barcala, que augura «escaso éxito» al último intento de València de poner «una camisa de fuerza» al gobierno alicantino. Desde Ciudadanos, la edil Yaneth Giraldo duda de que «con la firma de la pipa de la paz entre PSOE y Compromís el alcalde vaya a estar más controlado, o intervenido». Y entienden que PSOE y Compromís refundan un pacto de intereses partidistas y personales.