En la pantalla del aula aparece David, un chico normal de 23 años que intenta superar su adicción al juego. Cuenta que debe 60.000 euros por apuestas, que ha llegado a vivir en el coche, a robar a su padre y a apostar el dinero que tenía para comer. David es el ejemplo de lo que puede ocurrirle a cualquier joven como la veintena de chicos y chicas de primero de Bachillerato que asistieron ayer a una charla sobre la ludopatía impartida por el psicólogo de la asociación Vida Libre, Antonio Castaños, en el IES la Llotxa de Sant Joan d´Alacant, una actividad preventiva que se está llevando a cabo en institutos de la provincia ante la constatación de que cada vez los adolescentes se inician antes en el juego, muchos de ellos con 13 años.
Los estudiantes son conscientes de que las apuestas deportivas, las tragaperras, la ruleta y el póquer son los juegos que más atractivos resultan a su edad, lo que no significa que todo el que juega vaya a convertirse en un adicto. Tal como les indica el psicólogo, «apostar conlleva un riesgo de adicción y por ello es mejor prevenir». Ante la presión social de amigos que juegan, Castaños les aconseja ·tener claro el riesgo y tener personalidad para decir que no», y frente a la tentación de ganar dinero fácil, el psicólogo advierte a los chicos de que «las apuestas y las máquinas son un negocio, y nadie monta un negocio para perder. En estos juegos, a medio plazo se pierde siempre» añadiendo que «muchos jóvenes creen que lo controlan pero no es cierto».
El psicólogo pide a estos chicos, de 16 y 17 ños, que sirvan de ejemplo a los más pequeños para que no se inicien en una práctica que puede tener efectos devastadores. «La gente que acude a nosotros para que les ayudemos es cada vez más joven y te dicen que cada vez juegan más para remontar, que acaban debiendo mucho dinero, mienten, llegan a robar y se destrozan la vida porque en muchos casos son incapaces de dejarlo».
Tal como ha señalado Castaños, «el juego de apuestas está legalizado pero no legitimado habida cuenta de la desprotección de menores, autoexcluidos e incapacitados en riesgo de padecer los efectos devastadores de esta adicción». A su juicio, «resulta incontestable que los menores, a pesar de tenerlo prohibido, entran en los locales de juego y apuestan, sin ninguna traba, a los juegos que poseen mayor potencial adictivo, resultando mayor que en población adulta el porcentaje de los ya afectados por este trastorno».
La sociedad es cada vez más consciente del problema y desde la familia y los centros escolares emerge, según Castaños, una demanda de formación, prevención y asistencia para responder a la situación de los menores afectados. Con la esperanza de reducir su incremento y con la ayuda de Diputación y ayuntamientos «llevamos a cabo estos talleres preventivos en los institutos que se complementan con las escuelas de madres y padres organizadas por los ayuntamientos. Además la asociación contra la ludopatía colabora en la formación de miembros del Colegio Oficial de Orientadores Sociales de la provincia.
El próximo domingo, entre las 10 y las 14 horas, Vida Libre conmemorará el Día Nacional Sin Juego de Apuesta con una jornada lúdica en El Palmeral para destacar la importancia del tiempo compartido con juegos tradicionales y al margen de internet.
