El Hospital General de Alicante acaba de poner en marcha una nueva sala de hemodinámica, la segunda del centro sanitario, para realizar cateterismos y también aumentar el número de intervenciones de corazón sin necesidad de abrir el tórax al paciente.

Este tipo de intervenciones, que se realizan mediante el uso de un catéter, han ido aumentando en los últimos años en el centro sanitario y actualmente son las más indicadas en pacientes con edad avanzada y enfermedades crónicas, como hipertensión o diabetes, para quienes el paso por el quirófano conlleva un mayor riesgo de muerte.

Una de las técnicas más habituales es la implantación de válvulas aórticas a través de la arteria femoral, situada en la pierna del enfermo. En estas intervenciones, el equipo médico introduce a través de la femoral un catéter que en su extremo lleva un balón con una válvula plegada que se coloca sobre la válvula dañada.

Según explica el responsable de Cardiología del Hospital General de Alicante, Francisco Sogorb, este tipo de intervenciones serán cada vez más habituales, debido al paulatino envejecimiento de la población y al aumento de los pacientes con enfermedades crónicas. Además, añade Sogorb, «con el paso de los años se van perfeccionando las endoprotésicas, que ya son casi tan buenas como las que se colocan en quirófano».

No obstante, para los pacientes más jóvenes y con mejor estado de salud, «lo más aconsejable hoy por hoy sigue siendo la cirugía, ya que el riesgo de abrir el pecho, si no hay otro tipo de patologías, es relativamente bajo y no es lo mismo implantar una prótesis sobre otra dañada -que es lo que se hace a través del catéter- que sustituirla en quirófano».

La nueva sala de hemodinámica, que ha supuesto una inversión de 505.296 euros, permitirá realizar otro tipo de intervenciones para tratar mediante el catéter otro tipo de malformaciones cardíacas y vasculares que en el pasado requerían de cirugía coronaria abierta.

Por ejemplo, los cierres de comunicaciones entre cámaras cardíacas izquierdas y derechas, los cierres de ductus entre aorta y arteria pulmonar y los denominados cierres de orejuela de aurícula izquierda.

El Hospital General de Alicante incorporó, de manera pionera en la Comunidad Valenciana, esta última técnica a su cartera de servicios en el año 2013 y sirve para evitar la formación de trombos en el corazón que pueden derivar en infartos cerebrales. Con ella, se accede mediante cateterismo por la vena femoral al corazón y se cierra la cavidad donde se originan la mayor parte de los trombos, llamada orejuela.

Reaccionar con celeridad

Reaccionar con celeridadTodas estas intervenciones son largas y requieren de un gran número de personal de distintas especialidades para llevarlas a cabo. En este sentido, la nueva sala de hemodinámica permitirá a los cardiólogos reaccionar con mayor agilidad si hay una operación programada y, de manera urgente, se presenta un caso de infarto que requiere de un cateterismo.

Y es que el segundo gran uso que tendrá esta sala, que funciona en el centro sanitario desde la semana pasada, es para la realización de cateterismos coronarios de manera inmediata en pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio. La sección de cateterismos cardíacos del Hospital de Alicante «es la más activa de todas las de la Comunidad Valenciana, realizando cada año unos 2.500 cateterismos cardíacos diagnósticos y unos 1.400 terapéuticos», según señala Vicente Mainar, jefe de la sección de Hemodinámica del Hospital General.

El centro sanitario comenzó hace nueve años, de forma progresiva, la realización de angioplastias coronarias de forma inmediata en los pacientes que habían sufrido un infarto agudo de miocardio.