La abstención del PSOE ha dado al traste con la propuesta defendida por Compromís y respaldada únicamente por Unidos Podemos en el pleno del Congreso, para que los horarios comerciales los fijara cada municipio, de forma que en el caso de la ciudad de Alicante no se vea obligada a una determinada apertura de festivos y domingos «que afecta gravemente al pequeño comercio y al trabajador autónomo y no permite que Juan se vaya a comer con su suegro el domingo», como señaló la diputada Marta Solí.

Compromís tampoco quiere un mínimo de días de apertura de comercios en domingo como el que rige ahora mismo en Alicante, en verano desde el 15 de junio al 15 de septiembre pero la socialista Ana María Botella se mostró crítica sobre lo que considera un continuo «parcheo» de la ley de horarios comerciales y recordó haber instado ya al PP a modificar el artículo que impone automáticamente las zonas de afluencia turística para que se pueda revocar ante la correspondiente comunidad autónoma.

También defendió que las comunidades puedan acordar con los municipios la apertura de los comercios en domingos y festivos, pero cree necesario «levantar el pie del acelerador ultraliberalizador y centralizador sin caer en el proteccionismo, para adaptar los horarios a los nuevos estilos de vida porque el gran reto del comercio es el mercado único digital». Cs y PP votaron en contra.

Ciudadanos, a través del diputado Fernando Navarro, se posicionó totalmente en contra y « a favor de unificar criterios con los mercados nacionales e internacionales porque una visión local del comercio es totalmente obsoleta y favorece el comercio digital citado por su compañera socialistas», dijo con toda la idea.

La diputada Rita Bosaho por Unidos Podemos sí que respaldó plenamente a Compromís. «El 69% de los trabajadores reconocen que pasan menos tiempo del necesario con sus hijos. Los horarios se deben y se pueden conciliar», dijo. Y propuso una enmienda de adición para que si se acaba trabajando en festivos «a costa del descanso y de la conciliación, se haga con contratos añadidos».

Manuel Blasco, por el PP, argumentó que otros sectores de servicio público, como los de atención sanitaria o de seguridad, también llevan aparejado el trabajo en domingos o días festivos, y defendió fervientemente la necesidad de «atender a los consumidores en días de especial concurrencia turística».