La supervivencia del socialista Gabriel Echávarri al frente de la Alcaldía de Alicante se está convirtiendo en un problema cada vez más grueso para el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig. Ayer, el líder de Podemos en la Comunidad, Antonio Estañ, instó a Puig a reclamarle a Echávarri que dimita como alcalde dimita alcalde tras haber sido citado como investigado por el presunto fraccionamiento de contratos públicos en la Concejalía de Comercio.

La exigencia de Estañ es relevante por dos motivos. En primer lugar, porque el apoyo de los 12 diputados autonómicos de Podemos es vital para que el Consell de Puig y de Mónica Oltra pueda sacar adelante sus próximos presupuestos, que en la actualidad se están negociando con el espinoso asunto de la tasa turística como telón de fondo. Y después , porque Estañ considera que Echávarri se ha convertido en el principal obstáculo para que el gobierno del cambio en Alicante pueda al fin funcionar después de dos años prácticamente embarrancado. En este sentido, el líder de la formación morada alabó tanto al portavoz de Compromís, Natxo Bellido, como al de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, por haber exigido la renuncia de Echávarri.

Para Estañ el asunto judicial al que se enfrenta el alcalde es grave. Tanto que «el fraccionamiento de contratos por el que está siendo investigado el primer edil es el hecho más grave de un alcalde que ha incumplido constantemente el mandato que le dio la ciudadanía en 2015». Además, recordó que la agrupación de Podemos en Alicante ya exigió la dimisión de Echávarri al constatar que «su continuidad era un bloqueo para el buen funcionamiento del Ayuntamiento y, sobre todo, suponía perder la oportunidad histórica que se abría en Alicante tras tantos años de gobierno del PP».

Tras elogiar el comportamiento de Compromís y Guanyar, Estañ considera que ahora la pelota está en el tejado ya no de los socialistas alicantinos sino del PSPV y de Puig. Por eso, les emplazó a «decidir si está con las fuerzas del cambio de Alicante o prefiere apoyar un alcalde imputado que ha incumplido el mandato popular de transformación y diálogo que le dieron las urnas en 2015». Todo un aviso para navegantes en pleno proceso de negociación sobre esos presupuestos de la Generalitat.

Especialmente por la dureza en el tono de Estañ, para quien esta situación «es una vergüenza y pone en riesgo el cambio no solo en Alicante, sino el proceso abierto en el País Valencià». Por ello, la exigencia a Puig es que «ha de actuar con responsabilidad y entender que no puede haber alcaldes de su partido imputados». «Los dos años de Echávarri en la Alcaldía han supuesto una enorme desilusión y desazón, y debe dimitir».

Estañ instó a las fuerzas progresistas de la ciudad a buscar «diálogo, unidad y responsabilidad para conseguir que la salida a la situación actual signifique una segunda oportunidad para Alicante».

Por cierto que, de forma casi calcada, eso es lo que le pidió el domingo el propio Puig al tripartito: que hablen. Aunque, eso sí, el líder del Consell defendió que la citación de Echávarri no obedece a un caso de corrupción.

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