? Es una de las preguntas que más se escucha estos días en relación con la posible independencia de Cataluña y la respuesta es sencilla: No cambiará nada. Entre otras cosas, porque las entidades ya han previsto la fórmula para seguir operando en el conjunto del mercado español y continuar bajo el paraguas del BCE, en el caso de que se produzca la ruptura. Así, por ejemplo, la junta general de accionistas del Banco Sabadell ya facultó en su día al consejo de administración para que pudiera cambiar su domicilio social en el caso de ser necesario, de forma que seguiría acogido al Fondo de Garantía de Depósitos español y bajo la supervisión del Banco de España y el BCE. Eso sí, la sede operativa se mantendría en Barcelona, para evitar el coste que supondría su traslado. Sería algo similar a lo que ocurre con Bankia o el Santander, que tiene su domicilio social en Valencia y Santander, respectivamente, aunque sus servicios centrales están en Madrid. Aunque CaixaBank rechaza pronunciarse oficialmente, en fuentes financieras se da por hecho que adoptaría esta misma solución.