El primer día de septiembre sorprendió con un decreto ley para desatascar el plurilingüismo en el arranque del curso para los niños de 3 años, y el último día lectivo del mismo mes presenta un proyecto remozado para la enseñanza en lenguas en forma de ley, con la intención de aplicarla en todos los niveles educativos a partir del curso que viene. Vicent Marzà, conseller de Educación, da explicaciones sobre los cambios introducidos.
¿La ley del plurilingüismo pretende resolver todos los males del decreto, tanto a nivel jurídico como de respuesta social?
Para nosotros es un paso adelante para conseguir el dominio efectivo de las tres lenguas, un paso más que haremos con rango ley para que pueda haber debate y se presenten propuestas y alternativas que mejoren el texto en lo que había generado dificultades en entornos y centros concretos. Lo que queríamos es que se aprendan tres lenguas y estamos contentos de llegar a este punto. Hemos hablado con mucha gente de forma discreta y de todos los territorios. y pensamos que sí, que se puede cerrar el tema y avanzar. Todos sumamos en la ley que nos damos.
Pero se ha visto obligado por los tribunales, ¿no es así?
No. Hemos hecho una nueva norma porque la actual tenía incertidumbre para aplicar la matrícula el año que viene. Nos preocupan los alumnos y no podíamos llegar a la admisión del curso próximo sin tener claro qué poder aplicar. Tenemos un recurso presentado y estamos seguros de que podía seguir adelante, pero este Gobierno no pone el ego por encima de las soluciones y buscamos para los chavales la mejor solución, y cuanto antes.
Si la ley sale adelante ¿tendrán sentido los recursos anteriores?
Decaerán en el punto en que deroguemos el decreto anterior al presentar esta nueva herramienta, porque lo supera. Así se quita la incertidumbre. Con ese objetivo se han formado fuera más de 600 profesores y 14.000 han empezado su formación en las escuelas de idiomas, para que sea una realidad y poder superar el fracaso del modelo anterior, con solo un 30% de aprendizaje en Valenciano y un 6% en Inglés. Hemos pedido la opinión de los expertos y lo hemos puesto en un proyecto ley para acompañar medidas.
Deja en manos de los centros que se de más o menos inglés. ¿Será cuestión de suerte tener o no el profesorado preparado?
No debería ser así. La ley tiene un artículo específico de ayuda a la comunidad educativa. Los que apuesten por la normalización del Valenciano y un nivel superior en el aprendizaje de lenguas, van a tener profesorado adicional y más recursos. También será así para los que tengan alumnos en riesgo de exclusión, situaciones que hemos mejorado. Entendimos a las comarcas del sur de Alicante y alrededores, que decían que estaban de acuerdo con el plurilingüismo pero que igual había chavales en zonas empobrecidas sin acceso al inglés por no tener valenciano. Quiero que todos tengan las mismas oportunidades y si hay que desvincular el inglés para que puedan tenerlo, pues se hace. Pensamos que la ley lo mejora, que sube un peldaño, y partimos de mínimos compartidos: un 25% las dos lenguas oficiales y la horquilla en inglés. Y que se pueda adoptar a cada entorno. No se limita a los centros en la capacidad de decisión y para eso hemos aumentado en 21 millones de euros la formación docente, y también los proyectos formativos. Los auxiliares nativos llegarán desde el año 2018, seleccionados por el ministerio, 40 los pagan ellos y 1.000 los pagamos nosotros, y se blinda en la ley al personal para la oralidad en lenguas.
Las formaciones de padres son reacias a esta ley porque no se les consulta.
La aplicación estricta de la normativa estatal dice que debería ser la dirección la que decida, y nosotros decimos que lo elabore la dirección pero que participe el Consejo Escolar. Encontramos un punto de encuentro para que las familias dialoguen.
La negociación que le pide el Gobierno para no ir al Constitucional ¿deja de tener sentido?
Por supuesto. Llevamos bastantes semanas trabajando con la mayor voluntad de acuerdos, con alcaldes de la Vega Baja, directores de centros, personas del mundo de la educación y de mas allá. Partíamos de posiciones muy diversas intentando un punto de encuentro y el alumno en el centro, buscando el equilibrio. Eso no se hace en dos días y ayer llegó la noticia del ministerio. Le dimos a conocer la ley, que supera el decreto ley que no tendrá más recorrido. Podemos reunirnos, pero esta ley ha venido para quedarse.
¿Cuál de los cambios a los que le ha obligado el TSJ
No, no soy de imponer mi idea sino de reflexionar conjuntamente. Soy maestro y busco hacer lo mejor posible. Me siento muy cómodo también con esta ley, no lo entiendo como una renuncia sino que en el objetivo de aprender las tres lenguas es mas rápido y mejor por la situación sociolingüística y las realidades de los territorios. Estamos contentos de que se siguen respetando las dos bases de antes: hacer lo que dicen los expertos, que era una línea roja porque no valen ocurrencias, no vale decidir desde un despacho porque sí; y que debe ser adaptable a cada territorio, y que nunca debe servir para segregar alumnos entre centros ni dentro del mismo centro, sino todos con las mismas oportunidades. La ley avanza con una mayor dotación.
¿Por qué no se hizo así desde el principio?
Hicimos la apuesta pero no se ha entrado en el debate pedagógico sino de las políticas de partido. Todos tenemos que aprender si en alguna cuestión era mejorable. Es verdad que no se entendió o no se supo explicar en zonas de predominio del castellano. Como autocrítica, no se explicó suficiente que se podía hacer más inglés también con la disposición de horas de libre designación, y se vio como una disminución de oportunidades. Se cambia sin problema, que tengan todos iguales oportunidades y a seguir trabajando poco a poco cambiando actitudes hacia la lengua propia.
¿Qué le pasa por la cabeza cuando oye que alguien de Orihuela dice que quieren obligarle a aprender valenciano?
Esa actitud muestra que no se ha sabido explicar. No queremos imponer ninguna lengua, nos abre puertas la riqueza de dos lenguas y promulgamos que todo el mundo la pueda aprender. La exención continúa y al que no quiera no se lo vamos a imponer, pero pensamos que es una pérdida de oportunidades, por eso queremos ir más allá del aula, con recursos extraordinarios en actividades lúdicas para que se viva con normalidad como el resto de lenguas. Yo hablo normalmente en valenciano pero también en castellano con la otra parte de mi familia.
¿Podrá evitar que el PP vuelva a cambiar el plurilingüismo cuando gobierne?
Es muy difícil que alguien pueda estar en contra de esta ley. Hemos integrado posiciones de partidos que no forman parte del Gobierno. Pedagógicamente no tiene discusión, que es lo que me importa. Si alguien pone reparos es porque no piensa en los niños , en lo mejor para todos. No hay que pensar si me da mas votos aquí o allá. Podría haberlo hecho de otra forma, estrictamente con lo que piensa la mayoría de mi partido, pero no hemos buscado eso. Es un fracaso lo que tenemos hasta ahora. Queremos el 100% en lenguas para todos y hay que hacer cambios si importa de verdad.
¿Cree que «normalidad» es empezar el curso con miles de alumnos sin su profesor, barracones en centros que esperan obras hace años, reponiendo aulas concertadas por mandato judicial, con huelga en las escuelas de idiomas, y docentes sin cobrar el paro por no tener valenciano?
Depende de la magnitud de cada cuestión. Las conocemos y las estamos mejorando, no todo es perfecto. Somos autocríticos, pero es normalidad cuando la magnitud afecta a un 2% de los centros y el 98% ha tenido su profesor el primer día de clase. Hay margen de mejora y vamos a por él. Que todo funcione muchísimo mejor es nuestra idea. Pese a los que pensaban que al 100% iría mal, es la primera vez que pasa con menores magnitudes.
¿Es realista prometer 200 colegios?, ¿qué piensa cuando piden su dimisión desde los barracones escolares?
Me pongo en su lugar y como no tienen la soluciónpara su cenro que debiera, es normal que no quieran que continúe la persona más visible, pero estoy tranquilo porque estamos trabajando muchísimo. Vamos seis veces más rápido que antes pero no es suficiente y no eludimos nuestra responsabilidad. Los ayuntamientos que puedan sacar adelante obras que lo hagan y los que no, lo haremos nosotros, siempre pagando la conselleria. Hay que sumar fuerzas para avanzar. más rápido.
Es maestro y lo tiene a gala, ¿qué le parecería no cobrar el sueldo como miles de interinos?
No me parece bien, no puede ser. Hemos mejorado poniendo mas personal en nóminas, pero no es suficiente y se tiene que cobrar. Hay miles de cambios de adjudicaciones en centros y en un porcentaje bastante bajo, pero significativo, no han cobrado. Son menos que otros años pero no es suficiente. Hay que seguir mejorando el proceso.
¿Y qué le diría a los alumnos que siguen sin profesor?
Todo en la vida no se soluciona de un día para otro, pero lo tendrán lo más rápido posible. El primer día faltaban un 2% y ahora no llega al 1%, pero seguimos trabajando para que lleguen cuanto antes. De tardar 20 días en cubrir una baja a una media de cinco días ahora, se ha progresado mucho . Vamos a trabajar para que los tengan a todos desde el primer día. Todos sabemos que no todo funciona como desearíamos desde el primer momento, pero buscamos la forma más óptima.
La vuelta a las 18 horas docentes de antes de los recortes ¿queda en manos de que mejore la financiación estatal?
Es el momento de calendarizar dos escenarios. Uno con la misma financiación que ahora y otro si se cambia. Cuanto mas dinero, más deprisa iremos, que es nuestra voluntad.
¿Alguna otra novedad nos deparará este curso?
(Se ríe). Siempre las habrá, por nosotros no será, pero nos queda que esta ley empiece el trámite parlamentario y también la de Educación, un reto para avanzar.
