«Me gusta la ley porque intenta solventar los escollos que ha encontrado el decreto de plurilingüismo, con lo que habrá más paz social». Esta reflexión del presidente de la Unión de Cooperativas de Enseñanza Valenciana (UCEV), Luiso Cervellera, refleja el tono de alivio con el que la mayoría de la comunidad educativa ha acogido el proyecto de Ley de Plurilingüismo que ayer presentaron en el Centre Cultural del Carme el conseller Vicent Marzà y los representantes del PSPV, Compromís y Podemos.

El acto congregó a la mayoría de representantes de la enseñanza pública y concertada. Para José Manuel Boquet, el presidente de la principal patronal de la enseñanza privada, la Federación de Centros Educativos de València (Feceval), la ley «en principio es positiva porque los dos grandes problemas del decreto -la vinculación del valenciano al inglés y la limitación de las acreditaciones automáticas a los centros con más porcentaje de enseñanza en lengua autóctona- se han eliminado, con lo que aumentan las posibilidades de consenso».

Desde Escuelas Católicas de la Comunitat Valenciana (Escacv), su secretaria autonómica, Vicenta Rodríguez, se alegra de que «se presente un proyecto sensato». «La conselleria ha escuchado a la comunidad educativa y esta ley va a permitir poner paz en el sector».

Feceval y Escacv piden que las medidas de apoyo al plurilingüismo (formación del profesorado, docentes de refuerzo...) no excluyan a la concertada y que los Proyectos Lingüísticos de Centro (PLC) que han de reelaborar los colegios de acuerdo con la nueva ley partan de los niveles del anterior decreto de plurilingüismo de 2012 y no del de este enero, «en el que los centros concertados se vieron obligados a optar por los programas con más valenciano para avanzar en el inglés», dice Boquet.

Entre los sindicatos docentes de la pública, CC OO y UGT ven avances en la ley, pero reclaman más formación del profesorado. Sin embargo, el Stepv, la fuerza mayoritaria, se desmarca defendiendo la inmersión lingüística y reclama que el mínimo de enseñanza en valenciano sea del 50 %. Algo que también exigen Fampa València, la federación de Ampa mayoritaria en la pública y Escola Valenciana.

FSIE, sindicato mayoritario en la concertada, ve con «optimismo» la propuesta del tripartito y la conselleria, que considera «razonable y sensata». FSIE insta a que no se excluya a los docentes de la concertada de las estancias formativas de idiomas en el extranjero y que los auxiliares de conversación en inglés no sean solo para la pública.

Las asociaciones de directores de Primaria y Secundaria de la escuela pública apoyan la ley. Eva Tarín (Adip-PV) señala que «ahora ya no habrá escusas para avanzar en el conocimiento de lenguas». Desde Adies-PV, Josep Lluís Peris, aplaude que «todos los centros respeten unos mínimos de valenciano, castellano e inglés». No obstante, reclama más formación del profesorado, «porque si no será difícil introducir este programa en FP».

Entre las entidades que han presentado las 11 denuncias que han hecho naufragar el decreto de plurilingüismo en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) corría ayer la «alegría» y la desconfianza. El presidente del sindicato docente ANPE, Laureano Barcena, se alegra de que «por fin la conselleria se haya dado cuenta del error de publicar un decreto sin consenso con la comunidad educativa y de espaldas al profesorado». Los sindicatos USO y CSIF acogen favorablemente que se desvincule el inglés del valenciano y ven razonables los mínimos de valenciano (25 % del total de la jornada lectiva) y de castellano (25 %), y la franja del 15 al 25 % de inglés.

Para Ramón López, presidente de la autonómica Confederación Valenciana de Asociaciones de Padres de Alumnos (Covapa), «en teoría la música suena bien, habrá que ver cómo se desarrolla». Pide que en el trámite de la ley en las Corts se busque el máximo consenso «para que se apruebe por mayoría de dos tercios».

Bonig: «un triunfo de la sociedad»

El recurso que ha llevado al TSJ a paralizar el decreto lo firma la Diputación de Alicante, gobernada por el PPCV. La presidenta de este partido, Isabel Bonig, sostiene que Marzà ha «tenido que claudicar» ante la comunidad educativa y presentar una nueva propuesta «que es una victoria de la sociedad y los tribunales» frente «a la imposición y el sectarismo» del Consell.

Para el presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fcapa) de València, Vicente Morro, «la ley no soluciona el problema, sino que lo agrava». «Aunque los cambios a primera vista suenan razonables, la ley nace viciada porque no se ha consensuado», añade. Fcapa quiere que el nuevo modelo se tramite como decreto «para no eludir los controles de la sociedad civil» y se consensúe en el Consell Escolar.

El nuevo plurilingüismo, que derogará el decreto del Consell del pasado enero que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana tiene suspendido cautelarmente, no contempla el polémico «caramelo» del inglés. Es decir, que ya no se vincula el aumento de las clases en el idioma extranjero con la mayor presencia del valenciano en las aulas, algo que los magistrados consideran «anticonstitucional» porque perjudica a las familias que eligen enseñanza en castellano para sus hijos.

El borrador de 26 páginas consensuado por el tripartito y la Conselleria de Educación garantiza profesorado adicional de apoyo y la promoción de actividades extraescolares y complementarias de comunicación oral para los colegios e institutos que impartan la mitad de sus clases en valenciano y el 25 % en inglés. También tendrán planes específicos de formación del profesorado en metodologías de Tratamiento Integral de Lengua y Contenidos y materiales curriculares.

La novedad respecto al anterior decreto es que estas cuatro medidas de refuerzo del inglés y el valenciano también llegarán a las comarcas castellanohablantes del interior de Castelló, València y del sur de Alicante donde han visto el fomento de la lengua cooficial como una imposición.

Exención en 165 municipios

La ley establece en toda la Comunidad una única línea de enseñanza con al menos el 25 % de las clases se deben impartir en castellano, otro mínimo del 25 % en valenciano y una franja que va del 15 % al 25% en inglés. Esto no supone acabar con la exención del valenciano en los 165 municipios de predominio lingüístico castellano (84 de València, 51 de Castelló y 30 de Alicante) que fijó la Llei d´Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV) en 1983.

El conseller deja claro que los padres de estos municipios podrán seguir solicitando que sus hijos no estudien en valenciano: «Un niño no aprenderá una lengua si su familia no quiere».

Las claves

1. Programa único

La ley que ahora inicia su proceso de tramitación con el fin de que sea aprobada antes de que acabe el año, establece un único modelo de enseñanza plurilingüe para todos los centros docentes públicos y concertados de la Comunitat Valenciana de Educación Infantil (3-5 años), Primaria, ESO, Bachillerato y FP. Se llamará Programa Educativo Plurilingüe e Intercultural (PEPI) y parte de unos mínimos que deben respetar todos los centros sin excepción.

2. Pacto con el ministerio

Tanto el conseller Vicent Marzà, como el síndic del PSPV en las Cortes, Manolo Mata, insisten en que el Ministerio de Educación conoce el borrador de la ley de Plurilingüismo y que está en línea de lo que reclama Madrid. Para cumplir con la Ley Orgánica de Mejora de la Educación (Lomce) y las sentencias del Tribunal Constitucional, el 25 % de las horas lectivas semanales se impartirá obligatoriamente en castellano. Esto fue lo que pidió el ministerio que se introdujera en el decreto anterior.

3. Certificaciones automáticas en igualdad de condiciones para todos los alumnos

La ley elimina las certificaciones automática de conocimientos de inglés y valenciano sólo para los alumnos que estudien más valenciano e inglés. Este es el único punto del decreto de enero que ha anulado el TSJ. Ahora todos los alumnos podrán optar a las certificaciones automáticas cuando acaben la ESO de cómo mínimo el B1 de valenciano y el A1 de inglés; y cuando acaben el Bachillerato el B2 de valenciano y el A2 de Inglés. La obtención de estos títulos dependerá de su exposición a ambos idiomas. Antes sólo los que elegían los programas con más valenciano podían acceder a al certificación automática porque las clases en inglés aumentaban conforme más materias se daban en valenciano.

4. Un calendario de aplicación en tres cursos

Los 11 recursos ante el TSJ han paralizado un año el calendario de aplicación en siete cursos del decreto del Plurilingüismo, que debía de arrancar este curso y concluir en el 2023-24. Ahora se desplegará en tres cursos. El próximo 2018-19 en Infantil y primer ciclo de Primaria, el 2019-2020 en el segundo y tercer ciclo de Primaria y en Educación Especial, y en el 2020-21 en ESO, Bachillerato y en Formación de Personas Adultas (FPA).