La Conselleria de Urbanismo ha licitado por 70.000 euros la realización de un inventario para comprobar en qué situación se encuentra el suelo urbanizable en la Comunidad Valenciana donde, pese a que ahora mismo existe una reactivación de la construcción, existen multitud de PAI «fantasma» a los que pilló la crisis y llevan años sin ejecutar, o bien por la lentitud de la Administración o bien porque sus propietarios han desaparecido. En este sentido, la Conselleria está tramitando la modificación de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP) en la que se introducen nuevos mecanismos que permiten actuar en los casos de urbanizaciones sin acabar.

En la provincia hay decenas de parcelas y calles que pese al relanzamiento del ladrillo siguen sin ejecutar. En el municipio de Alicante son clamorosos los casos del sector dos del Pau 5 en la Playa de San Juan, el Plan Parcial de la Condomina (16.000 viviendas) y el PAU 3 -que debe ejecutar Enrique Ortiz tras el desbloqueo de este año-, en la zona que va desde Vistahermosa hacia la Albufereta y la Playa de San Juan por el interior. El objetivo, según la Conselleria de Territorio, es tener una visión real de cómo está el suelo para poder planificar las necesidades reales de vivienda y desatascar planes que llevan hasta décadas paralizados.

El anteproyecto de modificación de la LOTUP prevé diferentes soluciones para que actúen los ayuntamientos, como la reversión de la reparcelación, también conocida como reparcelación inversa, a los efectos de posibilitar que los terrenos de determinadas actuaciones urbanísticas puedan volver al estado inicial antes de su programación urbanística.

Para otros supuestos establece medidas que posibilitan la culminación de las actuaciones urbanísticas, especialmente las más avanzadas en las obras, mediante la flexibilización de plazos, el posible fraccionamiento de las actuaciones y la agilización de la gestión urbanística por los ayuntamientos.

Según destaca el director general, Lluís Ferrando, este inventario permitirá conocer «de forma rigurosa la situación en que se encuentran determinados suelos y así se podrán realizar los análisis y estudios necesarios para poder adoptar las medidas oportunas y dar solución a determinadas cuestiones urbanísticas que hoy se encuentran atascadas».

Para Ferrando, este inventario dará a la Generalitat «una información precisa y territorializada de la situación actual, a nivel supramunicipal, y podrá analizar los efectos de actuaciones pasadas que han generados graves efectos en nuestro territorio».

Urbanismo subraya que en la Comunidad Valenciana existe una gran superficie de terreno clasificado como suelo urbanizable en los respectivos instrumentos de planeamiento urbanístico municipal, pero debido a la expansión urbana de la primera década del siglo XXI, la situación de estos suelos urbanizables es muy variada, sin que con precisión se conozca cómo se encuentran.

Ferrando apunta que existen «suelos urbanizables que fueron objeto de transformación urbanística y se convirtieron en suelos urbanos por ejecución de la urbanización, y hay suelos urbanizables que, a pesar de poder ser transformados a suelos urbanos, no han sido objeto de ninguna transformación urbanística y mantienen su clasificación de suelos urbanizables pero sin urbanizar».

Además hay suelos urbanizables que, en mayor o menor grado, han comenzado su transformación urbanística que está sin completar y, en muchas ocasiones, sin previsión de finalizar, de tal forma que se encuentran en una situación intermedia, entre el suelo no urbanizado y el urbanizado.

Por otro lado, la Conselleria de Vivienda ha iniciado esta semana la elaboración del Visor de Espacios Urbanos Sensibles de la Comunidad Valenciana con el objetivo de identificar, a través de cartografía, las áreas urbanas sensibles donde las dimensiones de tipo socioeconómico, residencial y sociodemográfico sean notablemente menores que la media. Así, se detectarán e identificarán los problemas para aplicar las medidas necesarias para su corrección.