El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, anunció ayer a los miembros del consejo de administración que el último informe realizado por una empresa homologada por la Generalitat para el control de la calidad del aire del Puerto, realizado el pasado 21 de agosto, certifica que la actividad de los graneles ha bajado su nivel de contaminación a parámetros que no infringen la normativa, aunque es necesario seguir con las mediciones. Gisbert trasladó su esperanza de que estos datos y la aplicación de otras medidas sirvan para convencer a Medio Ambiente de que retire la multa de 120.000 euros comunicada a principios de agosto por no aplicar las pautas exigidas por la autorización ambiental.

El presidente también informó al consejo -del Ayuntamiento de Alicante solo estaba presente el vicealcalde Miguel Ángel Pavón- sobre la instalación de una tolva ecológica para la descarga de graneles. Falta por ver cómo se resolverá el tema del carga de muelle a puerto, una solución mucho más cara pero en marcha en algunos puertos del norte de España.

Todo en una jornada en la que Alicante recibió la visita del crucero Brittania, un gigante con 5.000 personas a bordo entre turistas y tripulantes. El tráfico de barcos, aunque más grandes, ha hecho que hasta agosto hayan desembarcado en Alicante unos 42.000 turistas, seis mil menos que en las mismas fechas de 2016, pero que se esperan equilibrar en el último trimestre del año.

Otro acuerdo aprobado fue la autorización a la Sociedad Proyectos Temáticos para la ocupación gratuita de los muelles 10 y 14 donde se monta el Village de la Volvo Ocean Race, la concesión administrativa a Repsol de una gasolinera.