Ingenieros agrícolas y técnicos de la Conselleria de Agricultura alertaron ayer en una jornada de celebrada en Casa Mediterráneo para analizar el impacto de la Xylella Fastidiosa (bacteria que arrasa los almendros y amenaza a todos los frutales), que todavía no se ha descubierto un remedio, ni químico ni biológico, para acabar con esta plaga, que ha llegado para quedarse y con la que, por lo tanto, hay que acostumbrarse a convivir multiplicando, por tanto, las medidas de prevención.

La bacteria se detectó a finales de junio en Guadalest y se desconoce su origen, aunque se especula con que pudiera haber entrado en alguna partida vegetal importada desde otros puntos de la UE, lo que abre la polémica sobre cuál es el rigor para el control de fronteras en Europa. Por su parte, desde la Conselleria de Agricultura, su titular, Elena Cebrián, reclama al Gobierno más dotación económica para luchar contra la bacteria, ya que la provincia de Alicante se ha convertido en la trinchera desde donde impedir su expansión por el resto de España.

El Consell trabaja en la apertura de una línea de indemnizaciones para los agricultores afectados, pero advierte de que la UE no permite fondos para el lucro cesante. De momento la Xylella Fastidiosa se ha centrado en los almendros, pero se trata de una bacteria con cuatro subespecies por lo que puede afectar casi de inmediato a otros árboles como a vid, naranjos, limoneros y olivos, lo que sería un desastre.

Sobre las investigaciones para encontrar un remedio eficaz contra la Xylella, de momento no hay cura, según apunta Miguel Valdés, presidente del Colegio de Ingenieros Agrícolas de la Comunidad Valenciana. «Ahora mismo no existe cura para esta enfermedad, aunque hay investigaciones tendentes a encontrar soluciones mediante la aplicación de medidas de control biológico sobre los insectos vectores que la propagan, y otras en el campo de la bacteriología. Ahora bien, existen unas buenas prácticas de gestión del suelo, fertilización y riego, gestión de la poda y prácticas fitosanitarias que sirvan para controlar los insectos, y en consecuencia evitar su propagación».

Hasta la fecha se han contabilizado 45 casos positivos y todos ellos en almendros. Se han creado tres zonas de demarcación -en las comarcas de la Marina Alta y Baixa y en El Comtat- y se ha procedido al arranque y triturado del material infectado, y también el ubicado en torno a la parcela afectada. En eso consiste la erradicación, ajustada a la normativa europea y de acuerdo con el Plan de Contigencia de la Comunidad Valenciana. Al mismo tiempo, se continúa con las prospecciones para detectar la presencia de la bacteria, se inmoviliza el material vegetal en la zona demarcada y se trata con insecticidas las áreas circundantes de los árboles.

Arranques polémicos

El Ayuntamiento de Castell de Guadalest y los agricultores afectados consiguieron ayer la suspensión cautelar del arranque de árboles sanos en sus parcelas, tras el fallo a favor sobre el recurso por la vía de lo contencioso administrativo en un Juzgado de Alicante contra la resolución de la Conselleria de Agricultura. Los agricultores han conseguido la suspensión cautelar de los árboles sanos, según venían denuciando. Tanto el Ayuntamiento de Castell de Guadalest como los afectados volvieron a exigir ayer al Consell que aplique lo que la UE permite en Baleares. Que solo se arranquen los árboles infectados por la bacteria.