La Conselleria de Educación se está viendo obligada a readmitir a los maestros que suprimió cuando hizo la planificación de este curso, porque distribuyó los profesores sobre la base de los programas plurilingües elegidos en cada centro escolar, primando las clases de inglés en los colegios con el programa más avanzado de valenciano, y a redistribuir al profesorado de Inglés para cumplir con la directriz del TSJ ha suspendido cautelarmente la aplicación del plurilingüismo. Se ven afectados un centenar de colegios.

La vuelta al plurilingüismo que se aplicaba desde el año 2012 en la totalidad de los centros educativos está llevando al equipo que lidera Vicent Marzà a ajustes añadidos porque hay centros que se han encontrado en el inicio del curso escolar con aulas mixtas de alumnos que procedían de la enseñanza en castellano y en valenciano y tan solo un profesor, para una enseñanza que el TSJ ha dictaminado que debe retomar la doble línea de aulas diferenciadas de castellano y de valenciano.

Una de las maestras afectadas lamenta no saber en qué lengua enseñar estos días a sus alumnos, hasta que llegue el docente suprimido por Educación. En su centro se escogió el nivel avanzado pero tienen que volver a desdoblar el aula en la que conviven alumnos procedentes de la enseñanza en castellano y en valenciano indistintamente. «No puedo dar dos lenguas en la misma unidad», se lamenta la docente.

Desde el sindicato Anpe, en contacto con alguno de estos docentes afectados, exigen «recuperar todos los puestos docentes suprimidos y las aulas eliminadas por los programas lingüísticos suspendidos», ya que, como recuerda su presidente, Laureano Bárcena, «quedaron afectados en función de los programas básico, intermedio y avanzado que no se van a aplicar».

De oficio

La Conselleria de Educación asegura haberse puesto manos a la obra e incluso haber actuado «de oficio» en los casos detectados de antemano a partir del programa informático de los centros, Ítaca.

El número 2 de Educación y secretario autonómico, Miguel Soler, afirma rotundo que «todas las aulas agrupadas se desdoblarán», y añade que «los asesores de plurilingüismo se han puesto en contacto con todos los centros afectados que decidieron avanzar más allá del nivel de los niños de tres años, así como con los centros que tenían doble línea, y se está dando respuesta para volver a la situación del año anterior», en clara alusión al cumplimiento del auto del TSJ que suspende cautelarmente el decreto de plurilingüismo que establecía hasta seis niveles para la enseñanza.

Desde la conselleria admiten que puede estar afectado cualquiera entre el centenar de centros que decidieron avanzar el plurilingüismo también de la enseñanza Primaria, y para niños de 4 y 5 años en Infantil. «Estamos viendo lo que implica en cuestión de profesorado, pero donde se ha reducido un docente, se devuelve», sostiene el secretario autonómico. «En poco tiempo -calcula Soler por esta misma semana- estarán todos en sus puestos».

Tribunales

Por otra parte, y en su batalla en contra del plurilingüismo que abandera el Consell, la confederación de padres de alumnos de centros concertados, Concapa, ha dado un paso más y ha remitido una carta al Gobierno central a través del secretario de Estado Marcial Marín, para que se eleve un recurso ante el Constitucional que tumbe también el último decreto-ley aprobado por el Consell para los alumnos de 3 años.

«En defensa de los derechos de las familias a la elección de la lengua vehicular en la que son educados sus hijos», los padres de Concapa en la Comunidad han dado pie a su representante nacional para que pida ante el Ministerio de Educación que «proceda a solicitar al Tribunal Constitucional, con el apoyo de los diputados y/o senadores necesarios, la anulación del decreto-ley de plurilingüismo, por ser contrario al ordenamiento jurídico».

También piden al Gobierno que «ratifique o desmienta» declaraciones de los últimos días de miembros de la conselleria -por el propio conseller, Marzà,- «en las que afirman su conocimiento y conformidad con el decreto de plurilingüismo, como contrapartida a la colaboración del Consell en el pacto educativo».