El verano llega a su fin, y la última resolución de la Consellería de Economía lo deja bien claro para las grandes superficies comerciales de la ciudad: fuera de la época estival, el gran comercio permanecerá los domingos con las rejas bajadas. Ayer fue, por lo tanto, el último día que El Corte Inglés, Plaza Mar 2, Gran Vía y Puerta de Alicante pudieron abrir sus puertas. Aunque lo del «por ahora» tiene como motivo la reunión de hoy del Observatorio Autonómico de comercio, que estudia la petición del gran comercio para la apertura de los días 12 (festivo), 15 y 22 (domingos) durante la Volvo Ocean Race.

Es domingo por la mañana y Plaza Mar 2, lejos de rebosar, parece asemejarse más a un silencioso toque de queda. Hay poca gente en las tiendas y los trabajadores están notablemente más desocupados que cualquier otro día de la semana. «Al principio de verano venía más gente los domingos , pero ahora cada vez menos», cuenta Merce, trabajadora en el centro comercial. Esta bajada de la afluencia, según distintos empleados, tiene una fuerte repercusión en el volumen de ventas que se registran.

«Abrir los domingos es un gasto innecesario, estoy seguro de que se gasta más en salarios que en beneficios. No viene nadie», apunta Enrique, dependiente de una conocida tienda de ropa. Álex, encargado de un establecimiento de pequeñas dimensiones, cifra esta afluencia en un 10% respecto a la que existe en un día normal, y asegura que contratar a alguien para que trabaje los domingos le supone una gran pérdida: «Nosotros abrimos porque estamos obligados».

«La gente se acopla a lo que le des», afirma Tamara, responsable de otra reconocida marca de textil. Ella misma opina que si los domingos cierran el centro comercial, el número de personas que visiten éste no se verá reducido al final de la semana, sino que elegirán otros días para salir a hacer sus compras: «Si solo abres de lunes a sábado, los clientes sabrán repartirse».

Por otra parte, Rosario, dependienta en una tienda de accesorios, explica que la apertura de los domingos hace más difícil que los trabajadores lleguen a cumplir los objetivos que marca la empresa: «Nos cuesta más conseguirlos porque los domingos son muy flojos». Esta dependienta también menciona la reivindicación más evidente del conjunto de trabajadores, y a la que también se han sumado los ya citados Enrique, Tamara y Álex: «Ya se trabaja bastante entre semana. Los domingos son para descansar».

Pero también existe, aunque en menor proporción, una opinión favorable respecto a la apertura de los domingos por parte de los empleados. Merce cuenta que en su empresa trabajar los festivos es optativo, se recompensa con un día libre y está bien pagado: «Yo trabajo dos domingos al mes y eso no me perjudica para nada. Además, cuando llega la nómina al final de mes se nota».

Igual de distintas que las opiniones que se recogen de los trabajadores del centro comercial, son las peticiones hechas ahora al Observatorio Autonómico de comercio, que si bien hoy mismo se reúne para decidir sobre la petición de la apertura total durante la Volvo, respaldada por el alcalde Gabriel Echávarri, tiene por otro lado el frente del pequeño comercio luchando por lograr evitarla.