El magistrado José Luis de la Fuente, instructor de la causa que investiga el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, acaba de recibir el informe que desvincula el ADN encontrado en la mano izquierda de la víctima del de su yerno Miguel López, principal sospechoso de su muerte.

El juez ha tenido así conocimiento oficial del resultado de esta diligencia más de tres meses después de que trascendiera que no existía relación alguna entre los únicos restos de ADN de origen masculino hallados en el cuerpo de María del Carmen y el marido de su hija pequeña.

Miguel López fue detenido el pasado febrero, dos meses después del asesinato, por el crimen de su suegra y puesto en libertad 39 días previo pago de una fianza de 150.000 euros. Una media cautelar a la que unió la retirada del pasaporte, la prohibición del salir del país y la de acercarse al establecimiento de automoción Novocar donde se efectuaron los dos disparos que acabaron con la vida de esta mujer. Unas instalaciones que los Sala han cerrado después de que tras el crimen tanto este negocio de venta de vehículos multimarca como el de rent a car (Solmar) entraran en barrena, hecho al que no han sido ajenas las tensas relaciones que mantienen los hijos de la víctima. Además, desde su salida de prisión, López ha venido compareciendo semanalmente en el juzgado, un mandato del juez que ayer volvió a cumplir como ha hecho todos los lunes desde entonces.

Con la instrucción prácticamente finalizada, salvo sorpresas, el magistrado está a la espera de conocer el resultado del contenido del ordenador portátil del sospecho, cuya clave aseguran en su entorno que facilitó a la Policía cuando requisaron el terminal.

Como también se encuentra pendiente la investigación de que se aporten los datos reclamados por el juez hace meses a un operador telefónico sobre las llamadas realizadas y recibidas con una tarjeta prepago que el sospechoso adquirió días después de una turbulenta junta de accionistas celebrada hace ahora un año. Un conflicto empresarial en el que los investigadores sitúan el móvil del crimen: la utilización por parte de María del Carmen Martínez de una acción privilegiada que su marido le dejó en herencia con la indicación expresa de que se la traspasara su primogénito, algo con lo que las otras tres hijas del matrimonio no estaban de acuerdo.

Inspección ocular

Las partes también tienen en su poder un clonado del contenido del móvil de la víctima, sobre cuyo análisis nada ha trascendido hasta el momento y por la defensa de Miguel López se ha reclamado el visionado de todas las imágenes que tomó la Policía durante la inspección ocular llevaba a cabo en Novocar tras el asesinato.