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SEQUÍA

El Gobierno desembalsa a La Mancha y Madrid el agua del Tajo que niega a Alicante

La reserva hídrica en los embalses de Entrepeñas y Buendía baja en 115 hm3, pese a que el trasvase está cerrado oficialmente desde mayo

La Mancha y Madrid reciben agua que se niega a Alicante

«¿Dónde ha ido a parar el agua de Entrepeñas y Buendía si a Alicante no llega una gota desde mayo, el trasvase está cerrado, pero siguen cayendo las reservas en la cabecera del río?». Esta es la pregunta que lanzó ayer al Ministerio de Agricultura José Andújar, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana y vicepresidente del Sindicato del Tajo-Segura, tras constatar que la reserva de agua de los embalses de la cabecera del Tajo ha caido un 30% desde mediados de mayo cuando se cerró el trasvase y no llega una sola gota de agua a Alicante.

Pese a ello, la Confederación del Tajo sí que ha permitido que de los pantanos, que están al 10% de su capacidad, se hayan sacado 115 hm³ para abastecer a las explotaciones agrícolas de Madrid y Castilla-La Mancha, mientras a la provincia de Alicante y Murcia no llega agua para riego y tampoco para el abastecimiento urbano, algo que sí tiene garantizado Madrid, gracias a las reservas del río Alberche y la sierra de Gredos.

El problema es grave porque al margen de la agricultura, el suministro urbano de los 34 municipios de la provincia abastecidos por el Taibilla depende de los caudales del Tajo. Ayer, en Entrepeñas Buendía había 257 hm³. El 16 de mayo la reserva era de 372 hm³.

La Confederación del Tajo ha trasvasado 115 hm³ del Tajo a Madrid y Toledo desde que a mediados de mayo cerrara el trasvase para Alicante y Murcia, donde la situación empieza a ser crítica porque las reservas de la cuenca del Segura están al 16% y tampoco se ha activado todavía el plan para incrementar la producción de agua desalada en Torrevieja donde siguen las obras para aumentar la potencia eléctrica.

El Sindicato Central de Regantes denuncia que les acusan de esquilmar el agua, cuando ni a ellos ni al Taibilla les llega una sola gota de agua desde mayo. Rechaza, por otro lado, el informe de Greenpeace al asegurar que los 4.000 hm³ de agua subterránea que existe en el subsuelo, según los ecologistas, están a 800 metros de profundidad y tienen un contenido en sal que impide utilizar este agua.

«Todo esto tiene mucha gracia porque llevamos tres meses sin recibir una sola gota de caudal y desde Castilla-La Mancha nos siguen acusando de esquilmar las reservas. Inaudito. Alguien tendría que explicar dónde ha ido a parar ese caudal», aseveró ayer José Andújar.

La cabecera del Tajo soporta el 85% de la demanda de agua y tan sólo tiene el 45% de los recursos. El director del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante subrayó ayer, en este sentido, que el río acusa una fuerte diferencia hidrográfica y climática, ya que tiene una cabecera hidrográfica en la cordillera Ibérica, y una cabecera pluviométrica en los macizos de Guadarrama y, sobre todo, de Gredos con grandes desequilibrios de lluvias.

Antonio Rico alertó de que «en la cabecera llueve menos incluso que en el río Segura, con precipitaciones medias anuales que no suelen superar los 500 litros por metro cuadrado. En cambio, en la cabecera pluviométrica, que ese encuentra en la sierra de Gredos, las precipitaciones se sitúan entre 2.000 y 2.500 litros por metro cuadrado al año», explicó. El profesor subrayó que «el plan hidrológico del Tajo aprobado hace un año no tuvo en cuenta este desequilibrio y ahora pagamos las consecuencias en Alicante».

Rico apuntó que las «últimas lluvias han sido un bálsamo pero si no llueve mucho este otoño y el próximo inicio de invierno el trasvase va a estar cerrado casi todo el próximo 2018 porque hay que recordar que desde el 1 enero la reserva sube a los 400 hm³ y es imposible que el caudal almacenado actualmente ascienda de los 257 hm actuales. Una vez más se confirma que el aumento de la línea roja a partir de la cual no hay trasvases de los 240 hm3 a los 400 hm3 fue un error», sentenció Rico.

El Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura ha remitido, por su parte, este verano un informe al Ministerio de Agricultura en el que el plantean una serie de medidas con los que los agricultores consideran que se podría amortiguar e, incluso solucionar, el problema de la falta de recursos en la zona hortofrutícola más importante de España en contribución al PIB y que mantiene, además, cien mil empleos.

Entre las medidas destacan tres opciones que, según el Sindicato, debieran acometerse a medio plazo. En total, el informe alerta de que se necesita un caudal adicional de 205 hm³ al año al margen de los recursos que pueda enviar el hoy cerrado trasvase desde Entrepeñas y Buendía. Y en cuanto a las medidas tres son las prioritarias.

El aumento de la producción de agua desalada en las plantas de Torrevieja, Águilas y Valdelentisco y su conexión con el embalse de la Pedrera (el agua saldría no obstante a 0,65 euros el metro cúbico a pie de desaladora), la conexión del trasvase con el Júcar-Vinalopó desde Villena y un nuevo trasvase del Ebro, que partiría desde el Canal de Imperial de Aragón (cuenca media) y solo funcionaría siete meses al año, respetando así la temporada de riegos del canal.

Alicante se juega más de mil millones de euros al año que factura la producción hortofrutícola que depende del trasvase. El agua del Tajo es irrenunciable y no se puede sustituir por la desalada, ocho veces más cara. En concreto, Alicante exporta todos los meses a Europa, norte de África e incluso Senegal toneladas de frutas y verduras, cereales, azúcar, café, cacao, carne, lácteos, huevos, carne, semillas y frutos oleaginosos, piensos y hasta tabaco, imposibles de producir sin el agua del Tajo.

La facturación mensual de la exportaciones oscila entre los 85 y los 90 millones de euros. La UE sigue siendo el principal destino de la exportación de la provincia y de España, con el 82% del total. Alemania es principal país receptor, seguida de Francia, Reino Unido y Países Bajos, que registraron fuertes incrementos.

Por su parte, desde el Consell, la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, reclamó ayer al Gobierno medidas urgente para paliar la falta de agua en el sur de Alicante. «El Tajo cuenta con una planificación aprobada por real decreto.

El memorándum que regula el trasvase se enmarca en esa planificación. En todo momento hemos exigido y exigimos el respeto al memorándum y que se cumplan los mínimos a partir de los cuales se puede trasvasar agua a tierras alicantinas». Para Cebrián, «el Gobierno debe actuar para arbitrar las medidas alternativas necesarias para que Alicante reciba el agua que precisa. E, insisto, el ministerio debe realizar las inversiones necesarias para que la cobertura de esas necesidades esté garantizada en el futuro. Si Alicante no recibe por una u otra vía el agua que necesita es normal que el sector esté enfadado y desde la Conselleria lo vemos con preocupación».

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