Es una prueba útil para ajustar el tratamiento en aquellos casos de epilepsia que no responden a los fármacos. También para poder diagnosticar cuándo las crisis son de origen nervioso y por tanto el paciente debe ser derivado a Psiquiatría o para evaluar a los enfermos que se van a someter a una intervención quirúrgica por su epilepsia.

Sin embargo, ningún hospital público de Alicante cuenta con la denominada monitorización con víde0-electroencefalografía (video-EEG), lo que obliga a que cada año medio centenar de pacientes de toda la provincia sean remitidos al Hospital La Fe de València para someterse a esta prueba, según fuentes sanitarias consultadas por este periódico.

El problema es que al ser uno de los pocos centros públicos de la Comunidad Valenciana que ofrece está técnica, la lista de espera en el hospital valenciano ronda el año, según han precisado médicos y pacientes consultados por este periódico.

Ante esta larga espera, algunos neurólogos optan en muchas ocasiones por no derivar pacientes a Valencia para no alargar aún más la lista de espera quirúrgica de los pacientes muy complejos que precisan de una intervención preferente.

Según estas mismas fuentes sanitarias, aunque un 70% de los casos de epilepsia se controla bien con la medicación, al menos en el 30% de los pacientes el diagnóstico no está claro y pueden sufrir crisis de origen nervioso, por lo que es necesario confirmar el diagnóstico con esta prueba para no estar tratando al enfermo con fármacos que en muchas ocasiones tienen efectos secundarios. Además, estos pacientes necesitan ser valorados y tratados en los servicios de Psiquiatría. Otro tercio de los enfermos que se derivan a esta prueba son candidatos a pasar por una cirugía para corregir su epilepsia.

Con todo, la lista de espera en Valencia llegó a ser aún mayor, antes de que se instalara hace un año una cama para la monitorización de niños, lo que ha permitido en parte aligerar la lista de espera. Otra alternativa es la sanidad privada, con varias clínicas en la provincia que ofrecen esta prueba, pero el coste puede llegar a alcanzar los 3.000 euros, según explican los pacientes.

El video-EEG permite el registro continuo, 24 horas y durante varios días de la actividad cerebral simultáneamente con la grabación en vídeo, garantizando el estudio detallado de la localización dentro del cerebro dónde se originan las crisis epilépticas que padece el paciente.

Según ha explicado la responsable del servicio de Neurología del Hospital General de Alicante, Carmina Díaz, el centro sanitario ya ha presupuestado la adquisición de un aparato de Vídeo-EEG «y estamos en los trámites finales para su adquisición». Díaz cree que a final de año, «o como mucho a comienzos del próximo» el Hospital General ya podría tener este equipamiento.

Se da la paradoja que hace años el hospital llegó a contar con un sistema de vídeo-EEG, pero no se le sacó todo el provecho que esta técnica puede ofrecer, debido a la complejidad logística que este tipo de pruebas requieren, con personal permanentemente destinado a vigilar al paciente.