El Ayuntamiento de Alicante se va a tomar en serio el cumplimiento de la ordenanza de limpieza, aprobada hace apenas seis meses. La Concejalía de Seguridad, dirigida por el socialista Fernando Marcos, ha anunciado que incrementará la presencia de agentes de la Policía Local en las calles de la ciudad para perseguir comportamientos incívicos, en concreto, se perseguirá a aquellas personas que no recojan los excrementos de sus perros y a quienes tiren la basura a los contenedores antes de la hora permitida.

A través de un comunicado, el Ayuntamiento asegura que "el objetivo de la campaña es frenar los comportamientos incívicos de los ciudadanos que dejan los excrementos de sus mascotas en la vía pública y a acabar con la práctica de depositado de residuos fuera de los contenedores y en horas diferentes a las señaladas por los servicios municipales".

Esta campaña, que será efectuada por la Policía Local, "reforzará" las medidas existentes, "incrementando" el número de agentes en los cuatro distritos y prestando especial atención a parques y puntos de recogida de basura. "De igual modo, se procederá a la imposición de las sanciones correspondientes, que pueden alcanzar la cuantía de 780 euros según establece la ordenanza municipal", han señalado desde el Ayuntamiento, en una medida, según el comunicado, liderada por el propio alcalde, el socialista Gabriel Echávarri.

El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, ha hecho especial hincapié en que "es responsabilidad de todos trabajar contra estas actitudes", a la vez que ha señalado que "es posible reducir estos comportamientos al máximo y mantener las calles limpias realizando un esfuerzo conjunto".

Según el Ayuntamiento, durante el próximo mes de septiembre se procederá a informar a los alicantinos "de que estas prácticas son constitutivas de sanción", mientras que a partir de octubre "finalizará ese periodo para concienciar a la ciudadana para dar paso a la ejecución de esta campaña", es decir, a la imposición de las multas para intentar atajar comportamientos incívicos que repercuten en negativo en la suciedad de las calles.