La playa no es el único plan que se puede hacer un domingo por la mañana. Los mercadillos son otra opción, especialmente en verano cuando decenas de ellos se reparten de punta a punta de la provincia y donde, si se sabe buscar, se pueden encontrar auténticas «joyitas» y objetos curiosos.
En Alicante por ejemplo la plaza del Ayuntamiento se llena de sellos y monedas para coleccionistas, así como de libros y revistas antiguas, postales, barajas y bisutería vintage.
Otro mercadillo «con solera» es el de El Cisne, en Benidorm. Cada domingo -y los jueves y los sábados- la zona de huerta del municipio junto a la antigua carretera nacional se convierte en un hervidero de turistas que rebuscan entre sus cerca de 80 puestos cualquier objeto curioso y antigüedades de todo tipo. En el recinto incluso se puede disfrutar de música jazz en vivo. En sus estrechas calles se pueden encontrar desde ropa de segunda mano hasta objetos de decoración y electrodomésticos y se puede hacer una parada en alguna de sus cafeterías. Cerca de Benidorm, en Polop, hay otro rastro en el que hallar casi de todo en alguno de sus 400 puestos y también continúa en activo el que fundó Jorge Beer junto a los karts de La Nucía. Precisamente el pasado domingo abrió sus puertas La Vila Antic Mercat, un rastro vintage con artículos de segunda mano, artesanía, productos locales y puestos tradicionales además de zonas para comer en el casco antiguo del municipio.
Familias enteras y paseantes se dan cita cada domingo en el mercadillo de Batoy, en Alcoy. Situado al inicio de la Vía Verde, son muchos los curiosos que se acercan a los puestos tras acabar su paseo dominical. La oferta del mercadillo va desde fruta y verdura hasta pollos asados, pasando por ropa, edredones y complementos.
En el sur de la provincia, en la Vega Baja, se esconde un gran mercadillo en la localidad de Algorfa. Con parte de sus puestos cubiertos para proteger a los clientes del sol y una gran oferta que se sale en muchos casos de la típica de mercadillo son centenares los extranjeros que acuden cada domingo. Dispone de zona de aparcamiento y restaurantes dentro.
El rastro de los domingos en el Vinalopó está en la pequeña localidad de Salinas. En sus cerca de 200 puestos ofrecen todo tipo de curiosidades, monedas y billetes de épocas pasadas, cómics, juguetes muebles y libros antigüos e incluso reliquias de la electrónica.
