Reclaman su derecho a ser tratados como seres humanos. Un grupo de personas con esquizofrenia ha acudido hasta el Síndic de Greuges para exigir que se deje de atar a las personas con enfermedad mental en hospitales y residencias de la Comunidad Valenciana. Aseguran que se trata de una práctica relativamente habitual, para contener a personas con enfermedad mental que sufren una crisis, cuando llegan a Urgencias, pero también en las plantas de Psiquiatría y en las residencias de enfermos mentales.

Por ello, esperan que el Defensor del Pueblo valenciano medie con las consellerias de Sanidad e Igualdad para que pongan fin a esta práctica de contención en sus centros. El Síndic de Greuges ha dado traslado de esta queja al Observatorio para la Defensa de los Derechos de las Personas en Situación de Vulnerabilidad para que se pronuncie.

Según señala Isaías Ledesma, quien firma el documento de queja al Síndic, atar a los pacientes en la cama es una práctica «que no está regulada y que se lleva a cabo de una forma abusiva y no como último recurso». Una práctica «que podría considerarse como torturas y actos inhumanos y supone el olvido de que estos pacientes son también seres humanos».

Los afectados achacan el que los sanitarios recurran a esta medida tanto a la falta de personal, como a la falta de formación del mismo «o simplemente por comodidad ante pacientes que ven molestos o que se ponen pesados». Denuncian además que este tipo de contenciones se suman otras veces al uso de fármacos para tranquilizarles, «muchas veces de forma forzosa, contra la voluntad del paciente».

Los afectados por estas practicas proponen como métodos alternativos «dialogar, atender y saber tratar a las personas con enfermedad mental para así calmarlas y hablarles con amabilidad y con un trato mucho más humano». También reivindican que al personal que les atiende se le forme y que haya una normativa legal y una vigilancia estricta de su cumplimiento.

Los autores de este escrito forman desde hace unos años un grupo de apoyo para personas con esquizofrenia, con el que tratan de ayudarse y movilizarse ante problemas que afectan a las personas con enfermedad mental.

El grupo nació en el seno de la Unidad de Salud Mental de Ciudad Jardín. Hace unos años organizaron un curso dirigido a profesionales de la medicina con el objetivo de prevenir recaídas en su enfermedad.