¿Qué condicionantes de tipo psicológico pueden llevar a la radicalización de personas tan jóvenes como los autores de los atentados en Cataluña?

La explicación más plausible sobre la sorprendente juventud de los terroristas de los atentados de Cataluña es que los jóvenes presentan una mayor vulnerabilidad a la manipulación ideológica. Puede tratarse por tanto de una simple cuestión de accesibilidad en el reclutamiento de potenciales terroristas. Por lo general un adulto suele tener más rigidez y menos disposición a cambiar su estilo de pensamiento. También está menos expuesto al cambio en su pensamiento y es menos propenso a la radicalización.

¿Y quizá menos expuesto a la falta de empatía con los demás?

En un individuo que desarrolla un acto terrorista ha de darse un convencimiento de que existe un problema cuya solución pasa por agredir o asesinar a otras personas. Esa creencia se acompaña de otro conjunto de ideas relacionadas con la injusticia que se pretende reparar, o con un designio divino. Y se aplica con la frialdad que solamente tienen los individuos que pueden desatender al sufrimiento de los demás.

¿Puede haberse dado en este caso una combinación de exclusión social y de gran influencia del entorno más cercano?

La situación de sentirse aislado socialmente puede favorecer la activación de ideas irracionales. Se generan con más facilidad pensamientos dicotómicos del tipo «ellos» frente a «nosotros». Se da un mayor sesgo en la información, distorsionando hechos históricos o interpretándolos a conveniencia para crear un escenario donde existe una situación injusta, unos culpables y un mandato divino que justifica acciones violentas. El aislamiento es un facilitador para la creación mental de grupos alejados y opuestos, que en el caso del terrorismo islámico son los guerreros de la yihad, que pretenden restablecer un orden, frente a los culpables de un agravio, personificados en el conjunto del resto de ciudadanos, en especial de los países con mayores recursos.

Se ha dicho de al menos algunos de estos chicos que eran personas introvertidas. ¿Ese carácter resulta más vulnerable de cara a caer en grupos radicales?

El perfil de mayor riesgo para casos de víctimas de manipulación psicológica y de «lavado de cerebro» incluye, efectivamente, un carácter más reservado y relaciones sociales más deficitarias. La soledad puede facilitar también el acercamiento a grupos radicales donde se encuentra una ilusión de comprensión y donde puede canalizarse un malestar en forma de acción violenta. En todo caso, es un factor de riesgo que por sí solo no explicaría el comportamiento violento, sino más bien la vulnerabilidad a la manipulación.

¿El odio hacia la colectividad puede ser una reacción irracional a esa soledad o marginación?

Por supuesto. Si un individuo se encuentra aislado y genera explicaciones irracionales que culpabilicen a la sociedad de su situación, puede ir incrementando su malestar emocional y acabar generando la idea de vengarse violentamente de los culpables. En el caso de población inmigrante, este fenómeno de aculturación supone un proceso psicológico de adaptación a la cultura de acogida que lleva mucho tiempo y que en ocasiones no termina, porque pueden quedar prejuicios hacia el inmigrante simplemente por ser de otro lugar, tener acento o ser de otra raza.

¿Puede haber fallado algo a nivel educativo o social con los autores de estos atentados?

Sería estupendo que fuéramos capaces de detectar el fallo o fallos que han favorecido estos casos. En cualquier caso no deberíamos asentar la idea de que en general los jóvenes inmigrantes están radicalizados. El hecho de que los terroristas participantes en los atentados de Barcelona sean tan jóvenes nos indica que los grupos terroristas reclutan a personas de poca edad probablemente por ser más manipulables ideológicamente, no creo que por causas educativas. Nos encontramos además con un escenario internacional muy complejo, en el que el activismo religioso radical se ha activado de una forma alarmante. En este contexto intervienen factores complejos de tipo socioeconómico y político.

¿Qué papel pueden haber jugado aquí internet y las redes sociales?

La extensión en la población de un conjunto de pensamientos irracionales, en este caso de tipo religioso o violento, puede canalizarse perfectamente por los sistemas más modernos de relación social. Como en el caso de otros grupos ideológicos donde no siempre se da la presencia física, son muy eficaces al permitir intercambiar ideología violenta, adoctrinar y manipular psicológicamente a jóvenes que están siendo captados para el grupo.

¿Qué cree que se podría hacer para intentar evitar la propagación de este tipo de conductas?

Creo que se trata de un terreno en el que las principales actuaciones han de ser de carácter policial. El problema que nuestra sociedad está experimentando no está relacionado con la inmigración, sino con el terrorismo. Sin mantener esta idea presente sería fácil generar ideas irracionales en forma de xenofobia. No debemos olvidar que el problema a controlar es de seguridad internacional, para lo que existen mecanismos de control de la apología de la violencia y de lucha contra el terrorismo.