Hace más de dos semanas, el Ayuntamiento abrió el carril bici construido en el Acceso Sur tras más de cinco meses de obras. Sin embargo, vecinos de San Gabriel denuncian que, a día de hoy, sigue sin estar habilitada la nueva entrada al barrio desde la avenida de Elche en sentido Alicante.

«Siempre somos los últimos. Las bicicletas llevan ya días utilizando su carril bici y nosotros seguimos a la espera de que se abra al tráfico el acceso», aseguraba ayer el presidente de la Asociación de Vecinos «La Prosperidad», Antonio Moya.

Los residentes en el barrio de la zona sur se refieren a un nuevo acceso a San Gabriel situado a la altura de la calle Joaquín Blume, en el límite con el parque del Palmeral. Hasta la fecha y en ese punto, los vecinos pueden acceder al barrio si circulan en sentido salida de Alicante, pero tienen que avanzar más de medio kilómetro si quieren entrar y transitan en sentido contrario. Y es que este nuevo acceso aún permanece cerrado, marcado por unos conos y con los semáforos apagados, aunque las obras ya han concluido en la zona hace más de dos semanas.

Desde la Concejalía de Seguridad, dirigida por Fernando Marcos (PSOE), explican que la nueva entrada al barrio permanece cerrada por unos «trabajos técnicos». En concreto, el edil se refiere a que los funcionarios de su área están contabilizando la cifra de vehículos que transitan por la calle Joaquín Blume para regular los semáforos de un cruce de nueva creación con motivo de las obras para habilitar el carril bici que, por ahora, une San Gabriel con la EUIPO y que el Ayuntamiento prevé ampliar hasta Urbanova en el futuro.

«Tenemos previsto abrir el nuevo acceso este miércoles, una vez los técnicos terminen sus cálculos, y es que hay que ver cuántos vehículos pueden utilizar la vía para regular los semáforos», continúa el concejal de Seguridad, quien destaca la utilidad del nuevo acceso al barrio, que permitirá que los vecinos de San Gabriel no tengan que acudir hasta la rotonda situada frente a la parada de Renfe para acceder al barrio.

«Va a ser una nueva alternativa para los vecinos, que pedían nuevos accesos», insiste Marcos, en relación a las históricas quejas de los residentes de la zona, que llevan años reclamando más conexiones para el barrio tras el retraso de las obras de Vía Parque.