Se preveía que ayer se registrara una masiva afluencia de turistas ante la festividad del 15 de agosto y su coincidencia con un puente de varios días, y tal cual fue. La provincia, y más en concreto el litoral y sus zonas más próximas, se encuentra en un lleno casi absoluto, pero soporta bien la presencia de varios miles de personas más de las habituales y, además, su llegada no ha supuesto problemas significativos en las carreteras, ni tampoco en la estación de tren de Alicante ni en el aeropuerto de El Altet. Puede decirse, en líneas generales, que la previsión de ofrecer más plazas en los principales corredorres ferroviarios y la óptima organización del tráfico aéreosurtieron efecto, junto con una llegada escalonada de quienes vinieron por carretera.

A mediodía de ayer era palpable ese trasiego en El Altet, donde se mezclaban los que llegaban con los que se disponían a emprender viaje de regreso. Entre los primeros, Pedro, un joven ingeniero de Yecla (Murcia) que trabaja en la ciudad alemana de Múnich, y que llevaba cuatro meses sin venir a España. Tanto tiempo de espera bien valían los abrazos a familiares e incluso las fotos para dar testimonio de ello. En el caso contrario, Manon, una chica de Nantes (Francia) apuraba en la puerta un cigarrillo antes de ir hacia el embarque, después de una semana de vacaciones en la costa alicantina. «Ahora hay que estudiar», afirmaba. El joven que la acompañaba tenía más suerte y aún se quedará varios días más.

En el aeropuerto de Alicante-Elche había programadas ayer 378 operaciones, que podían mover a un máximo de 64.597 pasajeros. Tal y como indicó ayer este periódico, entre el viernes y el martes serán casi 1.700 las salidas y llegadas. No obstante, ayer las incidencias fueron mínimas; los vuelos salían y llegaban sin demoras, y las colas para facturar y embarcar no duraban más de lo que cabía esperar. Una imagen parecida, salvando las distancias, a la de la estación de ferrocarril, donde los trenes llegaron y salieron con una puntualidad casi absoluta. Renfe, cabe recordar, ha reforzado los corredores desde Alicante hacia Madrid y Barcelona con 3.500 y 2.500 plazas más, algo que, muy probablemente, habrá contribuido a que sea posible adquirir billete para viajar hoy mismo a cualquiera de las citadas ciudades. Sólo de manera muy puntual hay algún tren que ya está completo.

Normalidad en las carreteras

Esta especie de capacidad para absorber la masiva llegada de turistas se reflejó también en la red de carreteras, donde no se produjo ninguna incidencia significativa a lo largo de la jornada, según corroboró la información ofrecida por la Dirección General de Tráfico (DGT). Resulta lógico pensar que los accesos a las playas tendrían una cierta aglomeración, así como puntos tradicionalmente conflictivos como el paso de la N-332 por Torrevieja o la travesía de Altea en esta misma carretera. No obstante, no se produjeron retenciones importantes. Por su parte, la autovía A-31, por la que llegan a la provincia todos los visitantes del centro peninsular, presentaba ayer un aspecto habitual para estas fechas, con un tráfico intenso pero no denso.

Todo esto vino acompañado además de un tiempo muy bueno, con cielos despejados y temperaturas relativamente suaves. En Alicante, según la Aemet, se registraron 28 grados, al igual que en Xàbia, mientras que en Elche alcanzaron 29 y en Benidorm rozaron los 30. Un motivo más para que las playas estuvieran repletas de bañistas. Hasta el martes no se prevé que haya un ascenso significativo de las temperaturas.