La playa de la Almadraba, inutilizada por enormes charcos de agua que impiden a los bañistas colocar sus toallas, precisa de una regeneración que tiene que efectuar la Dirección General de Costas, «y que está pendiente de realizar desde hace muchos años por el gobierno de Madrid».

Aunque el alcalde en funciones y portavoz del tripartito, Natxo Bellido, culpe al gobierno de Rajoy del estado de la Almadraba, pide la complicidad del PP de Alicante para que haga gestiones con sus compañeros del ejecutivo central, instándoles a «invertir» en la regeneración de un espacio solicitada hace muchos años.

Bellido, que se reunió ayer con representantes de la asociación de vecinos Playa Blanca de la Albufereta, se comprometió por su parte a trasladar al Congreso de los Diputados una pregunta parlamentaria sobre el estado de la playa de la Almadraba y de la zona afectada por el proyecto fallido de PuertoAmor.

Desde el Ayuntamiento recordaron que en el pleno municipal celebrado el pasado mes de mayo los grupos municipales aprobaron una declaración institucional por la que se instaba al Gobierno Central a consensuar un proyecto de restauración paisajista de la zona afectada por el proyecto ya desestimado de PuertoAmor, entre la Almadraba y el Cabo de la Huerta. Este estudio contempla la retirada de escombros, regeneración de la playa, acondicionamiento vegetal, la renaturalización del entorno y la eliminación de los espigones existentes.

Natxo Bellido recordó que las Cortes Valencianas también aprobaron una resolución de Compromís en el mismo sentido. «Es una demanda de muchos años, el que se actúe en la regeneración de la playa y se realice algún tipo de intervención con el espigón», reiteró.

En este sentido, se comprometió con los vecinos de la asociación Playa Blanca a hablar con la Subdelegación de Gobierno dado que Costas es una entidad estatal. «La idea es pedir una cita con el subdelegado -José Miguel Saval- para tener un encuentro en torno a la regeneración de este espacio».

Los usuarios de la playa de la Almadraba se quejan de los inmensos charcos que forman cada día las filtraciones de agua, y el mal estado de la arena, convertida en un lodazal. Algunos usuarios han presentado quejas repetidamente en el Ayuntamiento por la proliferación de mosquitos y abejas a causa del barrizal en esta playa alicantina.