Agua del grifo, agua de confianza». Este es el lema de la campaña gratuita de control de la calidad del agua en el grifo del consumidor que la compañía realiza todos los años para conocer cómo es el agua de las viviendas, edificios públicos, empresas y comercios de Alicante. Con este fin, operarios acuden a tomar muestras, más de 200 al año, y sin coste alguno para el cliente. Los resultados, como el que exista exceso de cloro, si la grifería está en mal estado o no hay renovación de agua, se comunican a los participantes, a los que se entrega un boletín a coste cero.

«Las incidencias que tenemos en relación con la calidad del agua son anecdóticas. El ciudadano puede estar tranquilo porque vigilamos que lo que tenga al abrir el grifo es agua de calidad. Por eso analizamos que haya ausencia total de microbiología y para cumplir estrictamente con la legislación en cuanto a compuestos químicos. Podemos decir que la calidad del agua de Alicante es sanitariamente perfecta».

El jefe del departamento de Calidad del Agua defiende las bondades del agua del grifo, «porque aporta calcio para los huesos, magnesio para la actividad cardiaca, otros elementos necesarios para la mineralización ósea e hidratación». «Sin riesgo a equivocarme, quizá sea el alimento más controlado y vigilado. ¿Podemos decir lo mismo de otro alimento o producto similar?», se pregunta.

Ribes invita a «positivizar» el consumo de agua del grifo, que «supone más comodidad, es sano y transmite confianza al estar más controlada» frente al auge del agua embotellada o por ósmosis que opina se debe simplemente a la apariencia visual. «El aspecto, el sabor, son factores organolépticos que incitan a pensar que el agua del grifo no es potable».

Ante el reto de «sabor agradable y agua de confianza», desde la compañía destacan el exhaustivo control en el laboratorio, que se suma al proyecto «iCAP» lanzado en 2013 para un seguimiento online de la calidad del agua en tiempo real, y que permite disponer de alertas ante cualquier incidencia.

Multidisciplinar

Volviendo al laboratorio recién estrenado, la cúpula de Aguas destaca además que cera del 70% de la plantilla son mujeres, y que de la vigilancia del agua que bebemos se encarga un laboratorio multidisciplinar de expertos altamente preparados, con doctores y licenciados en Ciencias Químicas, Farmacia, Biología y Ciencias Ambientales, técnicos en grado superior y medio, y operarios para la toma de muestras en el exterior.