No pueden poner sus toallas, sombrillas o tumbonas y pasear también resulta difícil. Los usuarios de la playa de la Almadraba, en la Albufereta, se quejan del mal estado que presenta este verano la arena, convertida en un auténtico lodazal. El problema es que cada día se forman inmensos charcos debido a las filtraciones de agua, que dejan inutilizada prácticamente toda la playa. «Hemos puesto ya cinco quejas al Ayuntamiento y no la limpian», señala Raquel Martínez, quien ayer acudía a esta playa en compañía de sus hijas y de su tía.

Además de las molestias que ocasiona el mal estado de la arena, convertida en un lodazal, los bañistas se quejan de que el agua estancada «hace que esté todo lleno de mosquitos y de abejas», asegura Martínez. Esta bañista lamenta que la playa esté este verano en tan malas condiciones, «ya que por lo demás es ideal para ir con niños, pequeña y recogida, estupenda para vigilarles». En algunas zonas de la playa, además, el agua estancada ha adquirido un color verde y desprende mal olor. En otras ha formado una insalubre espuma blanca.

Los vecinos de la zona señalan que esta playa nunca ha tenido arena de calidad y siempre ha habido mucho cieno. Sin embargo, hace unos años que el Ayuntamiento echó arena, lo que a su juicio empeoró la situación. «Era arena de muy mala calidad, más bien tierra, así que cuando el agua rezuma se queda toda la playa hecha un barrizal», afirma Elisa Agulló, vecina de la zona, y quien no duda en afirmar que la playa «está peor que nunca». Una situación que ha provocado, a juicio de esta vecina, que el número de bañistas en este enclave haya disminuido este verano. «Los domingos hasta puedes encontrar sitios para aparcar, cuando antes era imposible».

El estado de algunos de los accesos a esta playa también levantan críticas. «Había una barandilla desde la calle Arpón y el año pasado un buen día desapareció, lo que nos genera problemas, ya que mi mujer tiene dificultades para moverse», explica Antonio, quien veranea en la zona. Afirma que ya el año pasado ya denunció la situación a la policía «y la barandilla aún no ha sido repuesta».