El decreto de la Dirección General de Comercio de la Conselleria de Economía por el que se autoriza al comercio de Alicante a abrir los domingos y festivos, exclusivamente entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, amenaza con abrir un cisma no sólo en el tripartito, también en el propio PSOE. El recién reelegido líder de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mostró ayer en público en un acto en Alicante su respaldo a la posición de la Conselleria de Economía, en manos de Compromís, que ha impuesto por decreto la apertura estacional a falta de un pacto en Alicante. Una postura que choca frontalmente con las tesis del alcalde, Gabriel Echávarri, también socialista, a favor de que se mantenga la apertura todo el año en Maisonnave. Lo que unido a que los centros comerciales Plaza Mar 2, Gran Vía y Puerta de Alicante ganaron su derecho a abrir en los tribunales, suponía de facto un abierto total en Alicante.

De hecho, la edil de Comercio, Gloria Vara, también del PSOE, en cuyas manos ha dejado Echávarri la concejalía tras el escándalo del presunto fraccionamiento de facturas en la última campaña de Navidad del área, reclamó ayer al Consell la revocación y nulidad inmediata del decreto, así como sentarse con el conseller para negociar un acuerdo que no llegue impuesto desde Valencia. Vara anunció también que agotarán la vía administrativa, y que si no se admiten las alegaciones recurrirán el decreto y se acudirá a la vía contenciosa, es decir, a los tribunales.

Por su parte, el presidente Puig declaró, tras mostrar su respaldo a la posición de la Conselleria, que «hay que intentar buscar el máximo diálogo posible» para un problema como el de los horarios comerciales que, afirmó, es general, no sólo de Alicante. Puig, que habló en Alicante de la implantación de Amazon en Valencia, añadió que el comercio debe abordar los retos del futuro condicionados por la venta electrónica. Mensaje que también expuso en Alicante días atrás el conseller de Economía, Rafael Climent.

Por su parte, Vara considera que el Consell ha roto con su compromiso de dar independencia a la ciudad de Alicante a la hora de decidir su futuro comercial y garantiza que se llegará hasta el final para conseguir «un acuerdo justo y que no llegue impuesto desde Valencia». En este sentido, recordó las palabras del propio Climent cuando en una visita al Ayuntamiento de Alicante se comprometió a «dar autonomía local para el diseño de la Zona de Gran Afluencia Turística, el cual deberá contar con el consenso del Consejo de Comercio y la aprobación de la Junta de Gobierno o el Pleno del Ayuntamiento», trámites que Alicante ha llevado a cabo. Vara reclama «lealtad institucional», que respeten su palabra y lleguen a un consenso con todo el sector para avanzar en un nuevo acuerdo ya que «con esta imposición se rompe el modelo turístico comercial por el que se ha apostado con éxito en la ciudad».

La edil se niega a aceptar un decreto y a dar por bueno un acuerdo del que el alcalde no ha sido informado, puesto que Echávarri además está de vacaciones. «Si el señor Costa tenía tanta prisa por llegar a un acuerdo debería haberlo comunicado y nos habríamos sentado con el conseller mañana mismo. Eso habría sido más fácil pero ni tan siquiera nos han trasladado desde conselleria la propuesta final antes de darla por aceptada» .

En este asunto, el tripartito que dirige Alicante (PSOE, Guanyar y Compromís) está dividido, según admitió ayer el portavoz del gobierno municipal, Natxo Bellido, que en su caso apoya el decreto de horarios comerciales para Alicante, porque establece criterios de «estacionalidad» e «igualdad». A pesar de tener una posición diferente sobre este tema en el tripartito dice que «no pasa absolutamente nada. Lo hemos hablado entre los socios y cada uno actuará en función de lo que considera que es la solución que refleja mejor los intereses colectivos de la ciudad».

Asimismo, recordó que la decisión de la Conselleria de Economía deja abierta la posibilidad a un pacto local en Alicante que, con un «consenso razonable», pueda modificar esta resolución, y él mismo cree que sería bueno ese pacto. Bellido, que pertenece a Compromís, considera que el decreto de horarios comerciales impuesto por Valencia es equilibrado y tiene en cuenta la mayoría de alegaciones que presentaron asociaciones de comerciantes, sindicatos y centros comerciales a favor de una solución estacional, que supondrá abrir 22 festivos al año. Además, cree que se enmarca en «las reglas del juego», dijo en referencia a los centros comerciales que ganaron su derecho a abrir en una sentencia.