Está en el esqueleto, con numerosos tramos de techo desprendido por el robo de hierro y vigas, hasta el punto de que, por seguridad, la Policía Local aconsejó ayer no entrar al interior del antiguo matadero, cerrado desde 2008, al conseller de Economía, Rafael Climent; a la directora general de Industria, Julia Company; y a la edil de Empleo de Alicante, Sonia Tirado, que visitaron las antiguas instalaciones de sacrificio de ganado de Alicante o escorxador municipal para ver sus posibilidades como futuro espacio de generación de empresas. El Ayuntamiento ya ha iniciado el proceso para rehabilitarlo y convertirlo en incubadora de empleo.
Los técnicos municipales garantizan que, pese al abandono general, los elementos estructurales del edificio principal del matadero, construido en los años 60, están en perfectas condiciones, y el hormigón se ha conservado. Además, la Agencia Local de Desarrollo quiere poner en valor la singularidad de la torre del depósito del matadero, «auténtico hito visual que se sitúa frente al mar Mediterráneo», para convertirlo en un espacio de generación de empresas basado en la innovación y el coworking.
Lo que sí son inservibles son los viejos corrales, dos naves anexas al edificio donde se sacrificaba el ganado. El proyecto para demolerlos acaba de salir a licitación por 161.000 euros, sin IVA.
Según informó la Agencia Local de Desarrollo, que depende del Ayuntamiento, está previsto que en septiembre/octubre entren las palas a derribar esas naves. Luego habrá que desescombrar y para el próximo año se reserva otra partida de 175.000 euros para la redacción del proyecto y el inicio de la obra.
Tirado espera que el primer punto de este espacio de fomento de la economía de Alicante empiece a funcionar a finales de 2018 o principios de 2019. «No sólo haremos orientación y formación, también acciones de colaboración público-privada para potenciar la incubación de empresas, la posibilidad de financiación y espacios de encuentro que enriquecerán nuestro tejido productivo».
Este centro de emprendedores estará junto al vivero municipal de empresas y muy cerca de Fempa, la sede de la patronal de empresas del metal, que también visitó el conseller. La entidad demanda mejoras de infraestructuras en el polígono de Agua Amarga «para superar la sensación de inacabado». En este sentido, destacaron su ubicación geoestratégica entre Alicante y Elche, en el entorno del aeropuerto-puerto-IFA, y sus posibilidades de actuar como polo de atracción de empresas de nuevas tecnologías e innovación.
Climent y Tirado, acompañados por la directora general de Industria, Julia Company, fueron también a los polígonos industriales del Pla de la Vallonga y de Las Atalayas, donde escucharon las demandas de sus representantes de más suelo industrial y mejores servicios, «tras 20 años de abandono de los polígonos», dijo Tirado, que aseguró que firmas ya instaladas reclaman espacio para crecer y que hay gran cantidad de empresas interesadas en ubicarse en los polígonos de Alicante, entre ellas de economía digital.
El conseller habló de la nueva Ley de Áreas Industriales, que «beneficiará a las 450 empresas que hay en los polígonos de Alicante», y que regulará, entre otros aspectos, los enclaves tecnológicos, entendidos como el entorno natural para la ubicación de emprendedores y empresas de base tecnológica, en áreas industriales avanzadas o junto a sedes universitarias vinculadas a la investigación. La Generalitat ofrece una línea de ayudas de más de un millón de euros al emprendimiento, y para fomentar proyectos científicos en colaboración con las cinco universidades públicas de la Comunidad Valenciana.
