El Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura ha remitido un informe al Ministerio de Agricultura en el que plantea una serie de proyectos con los que los agricultores consideran que se podría amortiguar, e, incluso solucionar, el problema de la falta de recursos en la zona hortofrutícola más importante de España en contribuciòn al PIB y que mantiene, además, cien mil empleos directos en Alicante y Murcia. Entre las medidas destacan tres opciones que, según el Sindicato, debieran acometerse a medio plazo. En total, el informe alerta de que se necesita un caudal adicional de 205 hm³ al año al margen de los recursos que pueda enviar el hoy cerrado trasvase desde Entrepeñas y Buendía.

Y en cuanto a las medidas tres son las prioritarias. El aumento de la producción de agua desalada en las plantas de Torrevieja, Águilas y Valdelentismo y su conexión con el embalse de la Pedrera (el agua saldría, no obstante, a 0,65 euros el metro cúbico a pie de desaladora), la conexión del trasvase con el Júcar-Vinalopó desde Villena y una nueva derivación de caudales del Ebro, que partiría desde el Canal de Imperial de Aragón (cuenca media) y sólo funcionaría siete meses al año, respetando así la temporada de riegos del canal y aprovechando las crecidas del todavía río más caudaloso de España.

La solución de la conexión Júcar-Tajo consiste en la construcción de una tubería que deriva directamente en carga de la conducción troncal del postrasvas Júcar-Vinalopó a la altura de la balsa de Los Cabezos en ·el entorno de Villena y cuyo punto de entrega es el embalse de la Rambla del Moro, en el Azud de Ojós y, por tanto, todo el postrasvase Tajo-Segura. La nueva conducción tiene una longitud de 64,5 kilómetros y el coste de inversión estimado es de 48 millones de euros.

El precio de agua estaría en el orden de 0,15 €/m3 si el periodo de funcionamiento alcanza los 10 años y a lo largo de él es posible derivar 35 hm3/año por la nueva conducción, es decir, si el volumen que puede absorber la zona del Vinalopó se mantiene en cifras similares a las actuales, del orden de 15 hm3/año.

Los agricultores admiten que no es posible transformar esta derivación en un trasvase permanente. La situación deficitaria de la cuenca del Júcar lo impide, no hay recursos disponibles una vez completada la conducción Júcar-Vinalopó y su red de distribución.

En el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Júcar (2015-2021) se establece una asignación como máximo de 80 hm3/año derivables por la conducción Júcar­ Vinalopó, destinada a paliar la sobreexplotación de acuíferos y déficit de abastecimientos del área de Vinalopó-Alacantí y Marina Baixa.

Igualmente, en la documentación del plan se afirma que en el Azud de la Marquesa se dispone de unos recursos muy constantes, estimados en unos 50 hm3/año, que pueden transferirse al área del Vinalopó-Alacantí y Marina Baixa incluso en el escenario más desfavorable de cambio climático. A ellos se sumarán otros 30 hm3/año, por compromiso del Ministerio, tras establecer los procedimientos adecuados que podrían desarrollarse en el marco de la revisión del plan hidrológico del siguiente ciclo, es decir, 2021-2027, según reza el informe del Scrats.

En definitiva, en situación actual, se cuenta con la posibilidad de disponer de 50 hm3/año en la cabecera de la red de distribución del postrasvase Júcar Vinalopó. A su vez, por no estar la red de distribución completamente desarrollada, el volumen solicitado por los usuarios, Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L' Alacanti y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, y autorizado por la Confederación Hidrográfica del Júcar hasta hoy es de 15 hm3/año.

"De lo anterior se deduce que un primer escenario de volumen a derivar hacia el postrasvase Tajo-Segura sería de 35 hm3/año, tanto en situación actual como a corto plazo, si bien no es posible prever su duración. Sin embargo es previsible que el volumen demandado por el postrasvase Júcar-Vinalopó se incremente a medida que se complete la red de distribución y que las condiciones económicas de distribución sean más favorables al incorporarse todos los beneficiarios. Así, un segundo escenario a medio plazo podría permitir la distribución, según estimaciones preliminares de la Junta Central de Usuarios, del orden de entre 30 y 35 hm3/año. Por tanto, el volumen que quedaría libre sería del orden de tan sólo 15 hm3/año", según el Sindicato de Regantes del Tajo-Segura.

Recursos desde el Ebro medio

La tercera opción sería la conexión de la Demarcación Hidrográfica del Ebro partiendo de su tramo medio entre la derivación del Canal Imperial de Aragón y la confluencia del Ebro y el río Jaló con el Sistema de Cabecera de la Demarcación Hidrográfica del Tajo a través del conocido corredor del Jalón, aportando nuevos recursos al embalse de Entrepeñas que podrían ser derivados a través del ATS. La longitud total de la alternativa es de 197 km, de los cuales 56 km discurren en tubería, bien en impulsión o en conducciones a presión por gravedad, 59 km en canal a cielo abierto y 82 km en túnel. La altura geométrica total de elevación asciende a 669 metros, que se consigue mediante siete estaciones de bombeo.

"La derivación del Ebro medio es una alternativa viable", subrayan los regantes. Se ha comprobado su viabilidad hidrológica para solventar el déficit existente en los aprovechamientos derivados del Tajo-Segura {210 hm3), pudiendo resolverlo por sí sola. La solución evaluada deriva del Canal Imperial de Aragón aguas abajo de la derivación existente para el embalse de La Loteta y se ha previsto un funcionamiento en solo siete meses al año para no afectar a la explotación del Canal Imperial. Ello supone un sobredimensionamiento muy importante que repercute en el coste. Si fuese viable ambientalmente derivar directamente desde el Ebro aguas arriba del Jalón.

Desde el punto de vista de dar una solución más global a los aprovechamientos del sureste español, nos encontramos con un techo de 473 hm3 de media anual (cerca de 400 hm3 netos en destino).

Otras opciones que baraja el informe son la derivación de caudales desde el Duero medio, un trasvase del Tajo desde el embalse de Azután, una posible derivación desde el Tajo en Toledo, recuperar la desembocadura desde el Ebro (proyecto que descartaron los gobiernos de Zapatero y Rajoy) y el incremento de la desalinización en el Segura.