El tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Alicante apela al PP para sacar adelante una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que por una parte supone dar un nuevo paso para impedir que se instale un macrocentro comercial junto a Ikea en los terrenos de Rabasa pero que, por otra, posibilitará la apertura de nuevos formatos de comercio -excepto hipermercados- en Alicante. Una reivindicación, ésta última, del pequeño y mediano comercio, de la que es conocedora el grupo popular, para favorecer flujos de clientes y reactivar sus negocios.

Se trata de la modificación del artículo 95 del Plan General, que se inició a petición del Consejo de Comercio en octubre de 2015, y que el grupo de gobierno lleva a aprobación definitiva al pleno del jueves pese a que en la comisión de Urbanismo celebrada ayer la oposición se abstuvo en bloque. Si este mismo resultado se repite en el pleno, fracasará este cambio en el planeamiento. El tripartito necesita el voto a favor de al menos un miembro de la oposición. Y el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, de Guanyar, espera que el PP cambie su postura «porque están de acuerdo con la filosofía de la modificación. Veo más rechazo en Ciudadanos, y en los concejales no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte. Al PP en cambio le veo voluntad de aprobarlo porque han tenido reuniones con el tejido comercial de la ciudad y se lo están reclamando».

Pavón pone el acento, y la presión, en los populares, que tienen diversos reparos ya que, según explica el edil de Urbanismo, solicitaban que se ampliara a toda la avenida de la Universidad -en donde están los terrenos donde quería implantarse Ikea- el viario estructurante que linda con suelo urbano. Y reclaman una nueva regulación sobre la implantación de gasolineras. «Es una modificación sustancial que requeriría exposición pública y consultas ambientales, y podría demorarlo hasta final de año. Los comerciantes piden que lo aprobemos ya». La modificación del artículo 95 del PGOU facilitará la llegada de supermercados y otros formatos de comercio al área central de la ciudad, barrios incluidos, excepto hipermercados «porque Alicante está saturado».

Sin perdón

«Si esto no sale adelante, gran parte del tejido comercial de la ciudad no lo va a perdonar.», dice Pavón. «Es un cambio que puede atraer muchas inversiones a la zona centro y a los barrios. El proceso ha sido largo y tedioso, con una tramitación ambiental muy larga. Espero que no ocurra lo mismo que con el Catálogo de Protecciones y decidan anteponer los intereses generales a los particulares».

Pavón insiste en que este cambio frenará la llegada del macrocentro de Ikea a Rabasa pero en ningún caso el de una o varias medianas superficies. En cuanto a las alegaciones, dijo que han entrado una docena y la mitad se han estimado total o parcialmente, entre ellas una de Asucova y Coepa para que la superficie mínima de almacenaje en los futuros nuevos formatos de comercio se reduzca del 10% al 5% de la superficie de venta. También entraron de propietarios de suelo en Rabasa, aunque detrás de ellas considera que «hay intereses particulares». Con ello se refiere a que son contrarios a la reversión de la modificación del artículo 31 del Plan General, que permitía el macrocentro.

Por su parte, Ciudadanos dice que esa modificación frenará el desarrollo en las áreas del extrarradio, y especialmente Rabasa, y perjudicará «la atracción de inversiones que tanta falta hacen en Alicante».