El de San Vicente del Raspeig ha sido el último, pero en lo que va de año son medio centenar los incendios que se han producido por fallos eléctricos en contadores e instalaciones de los edificios debido en su mayor parte a sobrecargas. El año pasado se habían contabilizado a estas alturas 29 fuegos de este tipo; por tanto, en lo que llevamos de 2017 los bomberos han tenido que sofocar cerca del doble de incendios de esta naturaleza.

El primero del año fue el 8 de enero en un club deportivo de Orihuela donde los generadores eléctricos se incendiaron. En otras ocasiones salta una chispa que prende y genera el fuego y provocan la explosión de los transformadores. Este tipo de siniestros se han producido en Xàbia, Pinoso, Callosa de Segura, Villena, Crevillente, Alfaz del Pi, Polop, Rafal, Elche o Benidorm, entre otros.

En la capital turística el fuego se produjo en el cuadro de luces de un edificio que provocó una enorme humareda que recorrió toda la escalera del inmueble, lo que obligó a evacuar la primera planta. Algo que se repite en el resto.

En el incendio producido hace dos semanas en la avenida Ancha de Castelar, en pleno centro de San Vicente del Raspeig, hubo que evacuar a todos los vecinos, entorno a un centenar, a los que previamente los bomberos pidieron que permanecieran en sus casas y estuvieran en el balcón hasta que el humo hubiera desaparecido. Y es que uno de los inconvenientes de estos incendios es que al afectar a cables y material muy inflamable generan una gran humareda y humo negro muy tóxico.

Las casas suelen tener conectados muchos aparatos, televisión, ordenadores, el aire acondicionado, cargadores de móvil... que a veces generan una sobrecarga y cortocircuitos que al recalentarse puede provocar chispas en los contadores.

Según reconoce el responsable de Nuevas Tecnologías del Consorcio Provincia, Juan Miguel Suay, los incendios provocados en edificios por fallos en instalaciones eléctricas no suelen ser habituales aunque en lo que va de año se han multiplicado en la provincia de Alicante. «Son muy aparatosos porque generan mucho humo, se queman cables, el humo invade la escalera y entorpece la evacuación».

El excesivo calentamiento de los aparatos y estar en lugares inadecuados son algunas de las causas. El hecho de tener muchos aparatos encendidos en una casa, con el añadido en estas fechas del aire acondicionado, y contar con instalaciones antiguas provoca en algunos casos el incendio.

Fuentes del ente provincial reconocen que en muchos casos la chispa se produce porque hay un deficiente mantenimiento y alrededor de estos aparatos hay sustancias y objetos inflamables. Los bomberos se han encontrado en cuartos de contadores con productos de limpieza o acumulación de papeles, algo que cuando se produce una chispa hace que sea fácilmente propagable. «Es muy importante realizar la revisión periódica de los contadores y es muy importante dar prioridad a la seguridad antes que a la estética», recalca Suay.

Suay explica que lo primero que hacen los bomberos es pedir el corte del fluido eléctrico poniéndose en contacto con la compañía suministradora aunque cuando la situación es muy grave son los bomberos quienes con el conocimiento suficiente lo hacen.

Las causas de estos incendios suelen ser sobrecargas en las instalaciones. Y en verano suele coincidir con el uso de multitud de aparatos eléctricos al mismo tiempo. Si la instalación es antigua o no se diseñó para la carga que tiene puede recalentarse. «La extinción a veces no es muy complicada y con un extintor se puede apagar. Y siempre hay que esperar a cortar el fluido, porque el agua que corre podría electrocutar», señala el experto. Suay hace hincapié en la necesidad de tener muy presente la seguridad. Y señala que en otros países hay una mayor concienciación sobre lo peligroso que puede resultar un incendio.