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Kit de robótica para la enseñanza en la Zona Norte de Alicante

Ayuda en Acción dona al Instituto Las Lomas una impresora 3D y circuitos integrados para formar en el lenguaje de la computación

La impresora 3D atrae especialmente a los estudiantes y los trabajos se hacen en equipo para integrar igualmente a las alumnas con las nuevas tecnologías. rafa arjones

Los estudiantes del instituto Las Lomas, en la Zona Norte de Alicante, ya están aprendiendo el lenguaje de la programación de robots y la computación que tan imprescindible consideran los expertos científicos para el futuro próximo, como han dejado patente en un seminario de investigadores celebrado esta semana en la sede de la Universidad (ver edición del viernes de este diario).

Ayuda en Acción ha donado al centro un kit de robótica, pensado para la enseñanza, y fruto de un convenio con la UA, la profesora Cristina Cachero, del departamento de Lenguas y Lenguajes Informáticos, lo ha puesto en práctica este curso con los alumnos de cuarto de ESO y de Bachillerato. «Queremos extenderlo al resto de los estudiantes el curso que viene», destaca el director, Antonio Cutillas, e incluso a otros centros como los colegios Gloria Fuertes, Monte Benacantil y Santísima Faz.

Como el programa práctico se introduce en la asignatura de Informática «llega a todos por igual», explica la profesora. Los chicos aprenden a programar una placa base o el cerebro de un robot, usando mensajes por bloques. «Es el método más fácil para quien no sabe programar».

Los alumnos parten de una variable o bucle y al enlazar este conocimiento con la realidad se motivan al instante. «Consiguen con un sensor que se encienda o apague la luz del aula, por ejemplo, o crear una melodía personalizada para el timbre de la puerta, son retos divertidos», apunta Cristina.

Valores

El patrocinio de Ayuda en Acción prima la enseñanza en valores también, de forma que iguala las actividades de ellas y ellos por equipos «y lo resolvemos entre todos».

La profesora asegura que «programar no es complicado», y que en el momento en el que se consigue dar movimiento o crear luces, el éxito entre los alumnos está asegurado. «Se trata de que pierdan el miedo a algo que de entrada no ven a su alcance, aprenden el código algoritmo, crean puzzles con el programa y, para completar el curso, se les forma en impresión en tres dimensiones».

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