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Las trincheras de Villafranqueza

Dos meses de retraso acumulan las obras de revitalización del comercio en Músico José Torregrosa, la calle principal de El Palamó

Vecinas de Villafranqueza observan la zona vallada y en obras en Músico José Torregrosa. RAFA ARJONES

Las obras de acondicionamiento urbano de la calle Músico José Torregrosa, la principal de Villafranqueza, comenzaron el 20 de marzo, coincidiendo con la finalización de las fiestas de Moros y Cristianos, con un plazo de ejecución de dos meses pero ya han pasado cuatro. Se trata de una intervención aprobada por el Ayuntamiento para hacer esta calle tradicionalmente comercial más transitable para el peatón, para lo cual se acordó la ampliación de las aceras en detrimento de la calzada, que incorporará un novedoso material anticontaminación. Además, se elimina una banda de aparcamiento y se incorporan mejoras de alumbrado público y jardinería. Para hacer todo esto las obras se tuvieron que prorrogar un mes más, hasta el 30 de junio. Sin embargo, avanza julio y la calle sigue patas arriba para hartazgo de vecinos y comerciantes.

«Está todo empantanado y la calle sigue cerrada al tráfico. Aquello parece la guerra de Vietnam con trincheras. Ahora están acelerando y dándose mucha prisa, pero queda mucho por hacer», asegura José Francisco Pascual Rubio, presidente de la asociación de vecinos, que denuncia el impacto negativo de esta situación para el comercio, actividad que el Ayuntamiento pretende revitalizar con este proyecto.

Las obras de mejora de la calle Músico José Torregrosa, vial que comienza en la plaza de la iglesia del siglo XVIII y cruza el barrio, fueron adjudicadas por el Ayuntamiento el 15 de noviembre de 2016, con un presupuesto de 132.495 euros, IVA incluido. Consistían en una serie de actuaciones sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados para favorecer el dinamismo comercial, como la ampliación de aceras, que tendrán un ancho entre 1,90 metros y tres metros, y de la rotonda, y la renovación del asfaltado con la instalación de un material «fotocatalítico» para destruir la contaminación. Sin embargo, la asociación de vecinos, que urge la finalización de las obras y la reapertura al tráfico, reclama más medidas para frenar el deterioro del tejido comercial de la zona, ya que se están produciendo cierres de negocios y una fuga de clientes a raíz del cese de actividad de la sucursal del Banco de Sabadell. Una de sus propuestas es que haya parada de autobús a Universidad en Músico José Torregrosa para que estudiantes y profesores puedan hacer allí sus compras y generar consumo. Actualmente, en esta calle hay una decena de negocios de hostelería, comercio y otros, entre ellos dos bares y tres cafeterías, un taller mecánico, una óptica, un estanco y una tienda de comestibles, tras el reciente cierre de un comercio de moda.

El proyecto también contempla la mejora de la accesibilidad del entorno, instalación de alumbrado público y riego, reposición de servicios afectados, adaptación de la parada autobús, jardinería, mobiliario y señalización horizontal. Además, Aguas de Alicante ha cambiado una tubería de fibrocemento.

Precisamente, esta actuación fue uno de los motivos que llevó a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento a aprobar la prórroga en los plazos de la obra, a petición de la empresa adjudicataria. Así lo afirma la concejala de Comercio, la socialista Gloria Vara, que recuerda que la obra empezó tarde, a petición de la propia asociación de vecinos y de la junta de Moros y Cristianos, que solicitaron que se retrasara, afirma, hasta después de las fiestas.

Según Gloria Vara, estas obras «a priori» están a punto de finalizar. «Si no es así e incumplen los plazos, valoraremos la imposición de penalizaciones, como ocurrió con el centro social del Garbinet».

Sea como sea, los vecinos están deseando que su calle principal vuelva a reabrirse al tráfico y que terminen unas obras que recibieron bien pero que no consideraban imprescindibles. «Quedará divino pero no era la prioridad. En Villafranqueza no podemos utilizar el polideportivo porque está cedido a una empresa, y el colegio Juan Bautista Llorca lleva más de 35 años sin cubierta en el patio. Cuando llueve mucho o hace mucho calor los niños no pueden salir». Asimismo, la asociación denuncia que el centro escolar tiene problemas de accesibilidad y que en El Palamó todavía quedan calles sin asfaltar.

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