La formación de una gota fría en el oeste de la Península ha provocado las tormentas de las últimas horas en la provincia, que no han dejado mucha lluvia (no se ha llegado al litro por metro cuadrado en Alicante) pero dejan cierta inestabilidad hasta mañana sábado, aunque el Mediterráneo se quede fuera del cambio brusco del tiempo en España. «Nos esperan días de calor y hoy viernes todavía pueden escaparse algunas tormentas en la provincia, especialmente en las comarcas del interior, debido a la bolsa de aire helado que ha entrado por el oeste peninsular», avanzó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. La tormenta ha dejado, de momento, 5 litros por metro cuadrado, y ha bajado la temperatura 4 grados, hasta los 23 actuales cuando a las 9.30 horas el termómetro marcaba 27.

Ayer, Elche marcó la máxima de la provincia con 33 grados. Una tormenta ha caído con fuerza sobre Alicante pero será corta y en una hora es posible que salga el sol. El agua, además, cae mezclada con el polvo que hay en suspensión en la capas altas por lo qu se tranforma en barro. Durante la fase más fuerte de la tormenta acompañada de varios rayos, uno ha caído sobre un árbol en la avenia de la Condomina provocando un pequeño incendio junto a la residencia de ancianos Novaire, según muestra la foto de Inés Gil y Nerea Flo.

Episodios parecidos se han registrado en Elche, Relleu, Monóvar y Biar, donde los rayos han provocado varios incendios.

Prácticamente todos los municipios del interior de la provincia pasaron de los 30 grados. En la franja litoral las máximas se quedaron en torno a los 20 grados pero con una humedad media del 60%, lo que aumentó la sensación térmica (bochorno).

En la costa seguirá hoy, por tanto, el calor, sobre todo por la noche cuando el mercurio no bajará de los 23 grados. Soplará viento de poniente lo que elevará las máximas entre 32-34º en toda la provincia, según la previsión del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Desde 1981 no se recordaba un episodio de calor tan intenso a comienzos del verano que tuvo su máximo exponente el pasado junio, sobre todo en la parte de mes en la que todavía era primavera. Se debió a una invasión muy potente de aire sahariano.

En la provincia se esperan máximas de 33-34º en las comarcas del interior. En la costa, el soplo de la brisa, suavizará las máximas (28-30º) pero la humedad intensificará la sensación de bochorno. Las mínimas por encima de 20º en el litoral (noches tropicales) durante todos estos días. El fin de semana será soleado y más suave.

Por otro lado, ni rastro de lluvias tras la primavera más seca de los últimos 150 años, que ha vuelto a encender todas las alarmas en la provincia de cara al abastecimiento de agua a partir del otoño, esta vez para consumo urbano, porque al cierre del trasvase Tajo-Segura se suma el que solo está garantizado el suministro hasta finales de octubre si no llueve sobre la cabecera del Tajo. La desaladoras no pueden suplir al cien por cien la falta del trasvase.