Pólvora de día y de noche. La Fiesta alicantina es de fuego desde que se fundó en su actual concepción y desde que la tradición de encender hogueras por San Juan se pierde en la noche de los tiempos. Siempre ha habido tracas de día y pólvora de noche en la Cremà, y mascletàs a partir de los años 70, aunque a Luceros llegaron en 1990.