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Una conselleria para Alicante

La cúpula de Transparencia, un departamento copado por altos cargos de la provincia, coincide en Hogueras con los 2 consellers alicantinos

Una conselleria para Alicante

Una de las cuestiones pendientes del autogobierno valenciano, sin duda, es el encaje de Alicante en el entramado institucional de la Generalitat. Con la aprobación del Estatuto de Autonomía de 1982 ni siquiera se abordó la posibilidad de que, dejando a un lado que la sede princiupal del Consell estuviera en València, en Alicante se pudiera descentralizar todo ese poder con el hemiciclo de las Cortes -en la Región de Murcia, por ejemplo, el parlamento está en Cartagena- o con una conselleria que tuviera peso institucional. Y en los días de Hogueras también se evidencia esa distancia física. La carretera de València a Alicante se convierte en un camino de ida y vuelta para toda la clase política de la Comunidad. Todos se quieren dejar ver en la mascletà, en los monumentos, en las calles...

Después de acompañar en su periplo festero a la vicepresidenta Mónica Oltra, el conseller Manuel Alcaraz -el único miembro de este gobierno de Alicante, hombre de fogueres y amante de la cultura popular- decidió trasladar su departamento, aunque fuera por un rato y con motivo de las fiestas de Sant Joan, a Alicante. Transparencia es una conselleria de alicantinos. Tanto los altos cargos nombrados desde Compromís -empezando por el conseller- como los designados por los socialistas -con Zulima Pérez, la número dos de la conselleria, a la cabeza- son naturales de varios puntos de la geografía provincial. Y casi todos coincidieron ayer en la Fiesta.

Junto al citado Alcaraz y a la alcoyana Zulima Pérez, también estuvieron la crevillentina Aitana Mas, directora general de Transparencia y Participación; y Josep Ochoa, profesor de la Universidad de Alicante y director general de Responsabilidad Social y de Fomento del Autogobierno. Así y todo, Alcaraz reconocía la dificultad de modificar en apenas dos años de vigencia del Pacte del Botànic dinámicas e inercias de los últimos 35 años sobre el papel de Alicante. Para acabar de redondear el «protagonismo» del Consell durante la jornada fogueril también estuvo en la ciudad el otro conseller de la «terreta» en el gobierno, el murero Rafa Climent, titular de Economía; y otra alicantina, la directora general de Turismo, Raquel Huete. Junto a la plana mayor de Transparencia, el otro gran foco de atención, sin duda, lo protagonizaron los alcaldes: el primer edil de Elda y presidenta de la Federación Valenciana de Municipios, el socialista Rubén Alfaro; y el alcalde de València, Joan Ribó. Durante 25 años de gobiernos locales del PP, no hubo ni una sola visita de cortesía entre ciudades que celebran grandes fiestas de culto al fuego. Ribó -acompañado por Natxo Bellido y que venía a las Hogueras por segunda vez- y el primer edil alicantino, Gabriel Echávarri, han mantenido una relación que, todos coinciden, debería ser más intensa entre las dos grandes capitales de la Comunidad.

La otra gran comitiva fogueril del día, sin duda, la protagonizó el PP con el número tres regional, el alicantino José Juan Zaplana, en la primera línea. Estuvo acompañado del portavoz en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala, que saludó y le dio la bienvenida a Ribó a la ciudad. Pero también por la diputada autonómica Elisa Díaz; Eduardo Dolón, vicepresidente de la Diputación y número dos del PP de Alicante; o los presidentes regional y provincial de Nuevas Generaciones, Juan Carlos Caballero y Luisma Pizana. Para hoy se anuncia el presidente de las Cortes, Enric Morera, y para el final de fiesta la «gran traca» será para los socialistas: coincidirán el presidente Ximo Puig y Rafa García, su rival por el control del PSPV. Ayer ya entró en escena el eterno Ángel Franco para ir preparando el terreno. Como no podía ser de otra manera.

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