Un final para el recuerdo, de los que te obligan a abrir la boca, retirar la mirada del frente e incluso dar un paso atrás como mecanismo innato de defensa ante un estruendo que marcó la mascletà del alicantino Pedro Luis Sirvent, un habitual de las Hogueras. Y es que durante varios segundos, que a más de uno se le hicieron eternos, el tramo de la plaza de Luceros entre la avenida de la Estación y General Marvá se convirtió ayer en una auténtica bola de fuego en respuesta a la explosión de kilos y kilos de pólvora. Un terremoto terrestre de los que encandilan en la ciudad de Alicante, como ayer se comprobó durante el tercer espectáculo del concurso oficial.
Nada más terminar el disparo, tras ese instante necesario para recomponer la figura e intentar recuperar el sentido del oído afectado por un estallido pocas veces registrado en Hogueras, los «dieces» empezaron a dejarse ver con insistencia entre los asistentes a Luceros, tanto a pie de plaza como desde los privilegiados balcones. Poco después de ese estruendo, que remató con una ovación de las que se ven pocas veces en Luceros, se dejó ver el pirotécnico local, gerente de Alacantina de Focs i Artifici. Acompañado por el presidente de la Federació, Sirvent se mostró nervioso, excitado, sudoroso, parco en palabras y sobre todo con ganas de agradecer las muestras de cariño de un público al que dio lo que siempre reclama: un terremoto terrestre de los que no se olvidan con facilidad. De hecho, ese apoteosis, que contó con un remate aéreo y una mínima fase digital, hizo que pocos recordaran un arranque que se caracterizó por los ritmos lentos, sin mucha alma y con escasa intensidad. De nada de eso se hablaba tras la mascletà, donde sólo había lugar para comentar la potencia de un terremoto que hizo retumbar la plaza de Luceros por primera vez en este concurso oficial.
En primera fila de la zona VIP, como novedad en estas Hogueras, se dejaron ver las representantes de las fiestas de Fallas y de la Magdalena de Castellón, que en el caso de las infantiles participaron por la tarde en la primera jornada de la Ofrenda de Flores. También estuvo presente, al margen de las habituales autoridades locales, el alcalde València, Joan Ribó (Compromís), y el regidor de Elda, el socialista Rubén Alfaro.
