«No se lo deseo a nadie, pero este tipo de cosas son las que hacen hoguera, estoy muy agradecido a la comisión y a todo el mundo festero», así resumía ayer el presidente de Florida Portazgo, José Francisco Muñoz, las últimas horas vividas por su comisión desde que el domingo por la noche cayera el remate del monumento «Asiavisión 2017», de categoría especial.

Buena muestra de ello es que Muñoz, junto con el artista y su equipo y otra veintena de voluntarios, pasó la noche del domingo y todo el día de ayer trabajando en el taller del artista Federico Molinero, que nada más conocer la noticia les dio las llaves de su nave para que pudieran reparar los daños del remate y del resto de figuras dañadas. El artista de Florida Portazgo, Mario Gual, tiene su taller en València, por lo que Muñoz no sabe cómo agradecer su gesto a Molinero. «Es el artista de Hernán Cortés y también presidente de Florida Sur por lo que sabe ponerse en nuestra piel», explica Muñoz. Pero a nadie se le escapa que como artista de especial también es «competencia» directa de cara a los premios por lo que la comisión de Florida Portazgo recordará durante mucho tiempo la ayuda prestada. «La verdad es que todas las Hogueras Especiales se han volcado con nosotros, los móviles echan humo con los mensajes de apoyo y de ofrecimiento de ayuda para lo que necesitemos», aseguró el presidente. También los gremios de artistas de Alicante, con Joaquín Rubio a la cabeza, y de València se ofrecieron desde el primer momento a ayudar en las tareas de reconstrucción.

Con este ambiente de unión y solidaridad, Muñoz aseguró que «el monumento va a estar listo y sin que le falte nada de lo que tenía previsto para que el miércoles pase el jurado a evaluarlo». De hecho tenían previsto trasladar las piezas arregladas y repetir la plantà hoy por la mañana.

«Todos hemos ayudado, el que sabe de carpintería, el que tiene mano para pintar. Aquí estamos», comentó la comisionada, Belén González, que a primera hora de la mañana se desplazó al taller de Molinero para ayudar y que después aguardaba en la calle Cefeo junto a las piezas del momumento que se salvaron del accidente.

Los voluntarios se afanaban ya con cierta cara de cansancio tras una larga noche en serrar, lijar, ensamblar y pintar las figuras rodeados de botes de pintura, barnices y herramientas. Del remate, una gran cabeza con una cara masculina y otra femenina se encargaba el equipo de Gual al igual que de dar los últimos retoques a las bailarinas, las más dañadas tras la caída al quedar rotas en pequeñas piezas y que a mediodía ya mostraban de nuevo su aspecto original. Es la magia de la Fiesta.