«He trabajado en este monumento con una ilusión tremenda, sé que he nacido para esto pero no sé decir concretamente lo que ha fallado. Es la primera vez que me pasa en diez años que llevo plantando», se lamentaba ayer el artista valenciano Mario Gual mientras miraba el remate de su monumento con la madera de sujeción rota dentro del taller de Federico Molinero.

«Es cierto que me gusta arriesgar, pero el riesgo era menor este año que el pasado», señaló el artista. Como posibles motivos para que cayera el remate tras colocarlo Gual baraja un sobrepeso mal calculado, la calidad de la madera o la posición en la que quedó, pero avanzó que «quizá nunca lo lleguemos a saber».

Gual seguía ayer sorprendido por la rápida reacción de la comisión de Florida Portazgo. «Cuando yo aún estaba en estado de shock ya se habían movilizado para solucionar el problema y vi que llegaban camiones para trasladar las piezas», narró. «Gracias a esta maravillosa reacción y la del resto de las hogueras vamos a poder arreglar el monumento a tiempo», destacó el artista.