No se sabe quién mordió a quién pero en el universo de «Chupla Sanc», monumento que planta la hoguera Diputación-Renfe en pleno centro de Alicante, Echávarri, Pavón y Bellido se han convertido en vampiros. Los ediles de Guanyar y Compromís le quieren quitar la vara de mando a Echávarri, y éste enseña los colmillos dispuesto a morder para defender la Alcaldía. Así caricaturiza el artista Vicente Martínez Aparisi al tripartito de Alicante en su hoguera de Primera: como chupasangres en un cementerio con decenas de coronas y lápidas en las que se hace sátira de los temas más polémicos de su trayectoria (cambio de calles franquistas, apertura comercial, peleas entre ellos...) «para que los alicantinos los reconozcan enseguida y se rían», explica Aparisi.

Porque los artistas no se cortan y hacen sangre con el tripartito. Se les verá en todo tipo de poses, sobre todo en las Especiales, con Pavón sacando los puñales y tirándoselos a Echávarri durante la partida de póker en la que se disputarán la ciudad (Hoguera de Hernán Cortés); jugándose Alicante al ajedrez presos de la ira (Florida-Plaza La Viña); con Pavón echando agua de un cántaro para apagar los «incendios» que Echávarri va provocando (La Ceràmica); en carabelas haciéndose a la mar rumbo a las Américas (Polígono de San Blas); bailando la conga, con Echávarri delante, Pavón detrás con una caña y una zanahoria, y cerrando Bellido con un cuchillo (Séneca), y presos de un trastorno tripolar (Sagrada Familia). En Monjas Santa Faz, Echávarri será un muñeco de nieve que congela la ciudad.

Es sólo una muestra de la «ruta» de las Hogueras del tripartito. Otro personaje que se verá a menudo en la plantà este año es Donald Trump. En «Llibertat», la foguera Especial de Carolinas Altas, aparece sobre su yate con su tupé rubio despreciando a refugiados africanos que van en patera.

Al artista Pere Baenas, que planta el monumento de la calle Pinoso, también le gusta hacer sátira en sus obras. Retrata al líder socialista Pedro Sánchez como un ser demoniaco, está también su oponente, la lideresa andaluza Susana Díaz, y a Rajoy acechado por la Justicia. «Una hoguera principalmente ha de tener crítica y sátira sobre la sociedad y la actualidad, es lo nuestro y lo que quiere la gente», explicaba a pie de plantà la belleza, Carolina Arcaina Tejeda, mientras auguraba un gran monumento, «del gusto de todo el mundo».

En el monumento «Festa tropical» de Sèneca, el presidente de Estados Unidos es un Elvis rubio y corpulento lleno de brillos y flecos. También son muy de crítica los artistas que trabajan para este distrito, Gallego y Algarra, ganadores en los dos últimos años del primer premio de Hogueras. Un tándem cuya perfección y planificación destaca la belleza del distrito, Aitana Gómez Tresáncoras.

Además del tripartito bailando la conga, en la plaza de Sèneca está Marisol «La Roja» vestida de recatada Caperucita, con la corona española estampada en el vestido. Y eso que es antimonárquica declarada. En esta hoguera también hay para todos. «En la salsa de la justicia están Cat-alá Chup y Moix Taza», explica Gallego en una crítica al ministro de Justicia y al exfiscal Anticorrupción. «No patiu que la figa es pal piu», es lo que dice el autobús que irá en otra de las escenas en una clara referencia al polémico transporte de Hazte Oír. En otro lado, una pareja de abuelos se mueve despreocupada al ritmo del reguetón: a ellos no se les acabará la hucha de las pensiones. Y un caracol baila el «Despacito» de Luis Fonsi en una crítica a la lentitud del Corredor Mediterráneo.

Y volviendo a los políticos, no se libra la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, niña de «El Exorcista» que vomita paella mientras la cabeza le da vueltas, literalmente, en la Hoguera Diputación. ¿Y quiénes le sacarán los demonios? Un cura y su monaguillo: el presidente de la Diputación, César Sánchez, y el vicepresidente, Carlos Castillo. ¿Sacarán partido de su exorcismo?