Todo eran palabras amables, miradas al futuro olvidando herencias, gestos de complicidad al margen de colores políticos en discursos de unidad hasta que el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, tomó ayer la palabra para cerrar la sesión matutina de la Conferencia Estratégica del Plan Ciudad, que se celebró en el ADDA. «Debemos reivindicar nuestra autonomía, nuestro derecho a elegir el modelo de ciudad que queremos en todos los ámbitos. Somos mayores de edad. Reivindicaremos y lo haremos siempre, y ante quien sea, nuestra legitimidad para regularnos en cualquier materia que se desarrolle en la ciudad». Así se pronunció ayer Echávarri ante la atenta mirada de tres miembros de la Generalitat, entre ellos el conseller de Economía, Rafael Climent. Y lo hizo en una semana que puede ser clave para el futuro de la libertad comercial en todo el conjunto de la Comunidad, ya que mañana el sector se vuelve a reunir en València para debatir la propuesta del Consell para que el comercio abra los festivos sólo en verano, Navidad y Semana Santa. De no alcanzarse un pacto, Economía ya ha anunciado que impondrá su modelo: abrir únicamente en verano. Alicante, en cambio, ha defendido su autonomía, su derecho a elegir en el seno del Consejo de Comercio los horarios para la capital alicantina.
Las palabras de Echávarri también sirvieron para criticar veladamente al PP por la «crisis reputacional» que dejó en Alicante tras veinte años de gobierno marcados por la sombra de la corrupción. «La gente ha recuperado el orgullo de ser alicantina, las inversiones vuelven a la ciudad y Alicante vuelve a competir y a contar», señaló el alcalde, que acudió por primera vez a un acto relativo al Plan Ciudad tras dos plantones del grupo socialista en los pasados meses, el último durante la presentación de la imagen del proyecto. Y es que ayer el tripartito exhibió una unidad pocas veces vista en estos dos años de mandato. También estuvo representada la oposición en el Ayuntamiento de Alicante (PP y Ciudadanos), la Universidad de Alicante y la UMH de Elche, la Autoridad Portuaria, la Euipo, AENA, los sindicatos, la Cámara de Comercio y las Hogueras, entre otros sectores de la ciudad. Quien no se dejó ver fue la Diputación de Alicante: el popular Adrián Ballester, que había confirmado su presencia, finalmente no acudió a la cita de ayer.
La jornada política la inició el concejal de Presidencia y promotor del Plan Ciudad, Natxo Bellido (Compromís), quien defendió la participación de todos en la elaboración de un documento que, a su juicio, debe estar por encima de «las mayorías y minorías del pleno municipal», en una mano tendida a PP y Ciudadanos para que colaboren en la elaboración del plan estratégico y, sobre todo, para que se comprometan a dar continuidad al proyecto en caso de que haya un cambio en el Ayuntamiento tras las próximas elecciones locales. Por su parte, el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), abogó por que el Plan Ciudad y la futura revisión del PGOU avancen en «paralelo».
