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Orihuela

La UE financia un colegio sin libros que fomenta el grupo y la investigación

El centro promueve los proyectos, usa la tecnología y suprime los deberes para hacer en casa

El material escolar clásico está arrinconado y los niños no tienen libros porque no los necesitan, ya que todo se basa en la investigación, las nuevas tecnologías o el trabajo en grupo. TONY SEVILLA

Entramos en una clase de quinto de Primaria en el Colegio Público de San Bartolomé, en Orihuela. Lo primero que llama la atención es la ausencia de la mesa del profesor, que después vemos que está en un rincón y que sirve para almacenar el material escolar porque aquí no se utiliza. Los alumnos, mientras, se afanan en acabar sus tareas. No tienen ningún libro de texto sobre sus pupitres, es algo insólito. Tampoco los necesitan porque, nos dicen, no los usan.

Este centro es pionero en la provincia en poner en marcha un nuevo método educativo basado en la investigación, las nuevas tecnologías, el trabajo en grupo y en proyectos, donde se han ido eliminando los libros y los deberes, en favor de la investigación y de la formación y no sólo de los alumnos, también de los profesores, que aprenden inglés para poder forma parte de los programas europeos en los que participa el centro.

En grupos de cuatro, nada de alumnos sentados de dos en dos como es muchos centros es habitual, ultiman las esculturas de arcilla de la Dama de Elche para regalar al colegio griego con el que comparten un programa educativo europeo, así como otras obras, como «El Pensador», con el que uno de los alumnos ha demostrado su destreza en este arte, y que expondrán, naturalmente, en inglés.

«Es una manera diferente de enseñar lo mismo que en otros centros pero aquí potenciamos la creatividad y, sobre todo, el trabajo en grupo, yo no me pongo en plan maestra detrás de la mesa, que está arrinconada como veis, incluso pueden hablar y también usar el móvil en clase para hacer búsquedas, que realmente es lo que les va a servir en unos años», explica Cristina Ferrer, una de las profesoras del colegio donde se imparte un nuevo método de enseñanza.

Documentación

«Lo más importante aquí es el grupo, que un alumno depende del trabajo de su compañero, porque se trabaja con proyectos conjuntos en los que cada cual asume una tarea y cuando llega a casa, en vez de tener que estudiar un montón de apuntes, tienen que investigar sobre lo aprendido, buscando documentación que, al día siguiente, comparten en clase. Porque aquí no vale eso de ir sólo a sacar más nota, lo que aprenden hoy es lo que van a dar a la sociedad en el futuro, es una educación cooperativa y lo que no queremos es que haya niños de 10 y niños de 3», señala el director del CEIP San Bartolomé, Antonio Zamora. Y lo están consiguiendo porque el rendimiento escolar ha mejorado notablemente en el año y medio que llevan con este método educativo que «hemos trasladado de países europeos como Finlandia, y de Estados Unidos, cogiendo lo mejor de cada lugar para hacer algo único», apunta el director.

Adiós al bullying

El particular método de enseñanza del Colegio de San Bartolomé, basado en la cooperación de sus alumnos con proyectos conjuntos, ha disminuido, hasta el mínimo, la conflictividad en el centro, según explica su director, Antonio Zamora. «Ha mejorado el sentimiento de pertenencia a un grupo y en el recreo nadie se queda solo, y si hay un conflicto con un niño los que trabajan con él en su grupo salen en su defensa, siempre de manera pacífica, por lo que aquí es inexistente el bullying». En el patio sólo se juega a juegos tradicionales y pelota valenciana. «Los padres dicen que los niños van más contentos a clase», asegura Zamora.

Obviamente, los exámenes también son diferentes en este centro escolar. No se trabaja con la memoria sino con la práctica y se valoran los proyectos llevados a cabo en conjunto. «Si estamos trabajando la ópera no voy a examinarlos de la teoría de la ópera, que se les olvida a los cuatro días, sino que su tarea es hacer una ópera con su guión y así aprenden qué y quiénes forman la ópera y seguro que no se les olvida». Aunque, matiza Antonio Zamora, los criterios que marca la Conselleria de Educación «también se aprenden, siguiendo nuestro método».

Los alumnos recuerdan cómo aprendieron anatomía diseccionando vísceras de una carnicería con un bisturí o la importancia del agua haciendo rafting en Murcia.

Programa europeo

El colegio está participando durante este curso y el siguiente en el programa europeo «Erasmus+» de innovación educativa. Comparten experiencia e intercambio de alumnos y profesores con colegios de Bulgaria, Grecia Polonia y Rumanía. Este proyecto está financiado por la Unión Europea, por lo que el colegio oriolano ha recibido cerca de 30.000 euros para desarrollarlo.

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