El personal educador de Educación Infantil y Educación Especial realizó ayer un paro para exigir mejoras laborales. Según los datos de Intersindical Valenciana, la convocante, secundaron el paro 115 de los 288 educadores de Educación Especial de la provincia. Una de las principales reivindicaciones del colectivo es equiparar la jornada laboral al resto de profesionales docentes con los que comparten alumnado y centro, la jornada continua.

El representante de la Intersindical, Julián Martínez, apuntó que «no tiene sentido que los cuidadores no puedan asistir a las reuniones del claustro porque se celebran en la hora de comedor, cuando tienen que conocer la evolución y necesidades del alumnado con el que trabajan».

La portavoz de la Plataforma de Educadores Especiales, Vanessa Ureña, decía nada más terminar el paro, entre las doce y las dos de la tarde frente a la delegación del Gobierno, en la Casa de las Brujas, que «no somos personal monitor de comedor ni de actividades complementarias, porque no trabajamos para las empresas privadas que realizan esas actividades».

Advierten de su negativa a trabajar 40 horas a la semana «porque nuestra jornada es de 36,15 horas semanales». Una de las principales reivindicaciones del colectivo pasa por equiparar la jornada laboral al resto de profesionales docentes con los que comparten alumnado y centro.

En Elche, el seguimiento fue masivo. En los dos centros de educación especial, Virgen de la Luz y Tamarit, se atendieron los servicios mínimos con dos cuidadores en cada centro.