¿Es este tripartito el gobierno del cambio del que hablaban o ha sido un experimento fallido?
Bueno, estamos moderadamente satisfechos del balance a mitad de legislatura. Venimos de una época bastante oscura, de veinte años de desgobierno del PP, con un ayuntamiento intervenido, con sospechas de corrupción... Todo esto ha quedado atrás. Con nuestros socios, firmamos un pacto de gobierno que es nuestra hoja de ruta y hay cosas en las que hemos avanzado y en otras no tanto.
¿Qué le ha quitado el sueño durante estos dos últimos años?
Cuestiones que no hemos podido sacar adelante, como la municipalización de servicios.
Ha admitido su socio Bellido que se perdió mucho tiempo...
No creemos que se perdiera el tiempo, defendimos una medida que estaba en el pacto de gobierno. No se ha podido llevar a la práctica. Al final los ciudadanos nos juzgarán por el grado de ejecución del programa. También nos ha preocupado el debate sobre la libertad comercial.
En ese asunto también hay voces muy dispares en el gobierno.
Debemos de acostumbrarnos a las diferentes voces. Se acabaron las mayorías absolutas, incluso del PP en Alicante, que ni lo sueñen. Somos tres formaciones diferentes y no es fácil ponerse de acuerdo.
Usted y Echávarri han sido los dos grandes generadores del ruido. ¿Se arrepiente? Si pudiera dar marcha atrás en alguna decisión, ¿cuál rectificaría?
Tanto como arrepentirme... Todo es revisable y mejorable. Nosotros hemos hecho lo que hemos considerado oportuno. Nuestras discrepancias han tenido mucha resonancia mediática. Tiene la parte buena de que no engañamos a la ciudadanía con nuestras discrepancias, pero por otro lado podemos dar imagen de gobierno desunido. Yo quisiera poner en valor esa diversidad, frente a gobierno monolíticos de otras etapas donde imperaba el ordeno y mando de Castedo o Alperi.
¿Gobiernan en departamentos estanco? En ocasiones, incluso se han enterado de decisiones de sus socios por los medios...
Es cierto que ha sido así, esperamos que se resuelva poco a poco. Nosotros siempre intentamos poner en común aquellas cuestiones que pensamos que pueden generar algún tipo de discrepancia. El alcalde, en cambio, no lo ha hecho en varias ocasiones. Con el tema de la ampliación de la Explanada, sí es cierto que me llamó para explicarme los avances con la conselleria. Nadie es perfecto, todos tenemos que mejorar. Con el paso del tiempo, estamos gestionando mejor nuestras discrepancias.
¿Cree que se romperá el tripartito antes de las elecciones como aventuran muchas voces?
No lo sé, eso es ciencia ficción. En política dos años son una inmensidad, un tiempo casi infinito. Nosotros apostamos por seguir en el gobierno de la ciudad, trabajando en beneficio de los alicantinos, para eso nos han puesto aquí.
En este mandato y tras alguna de las repetidas crisis de gobierno, ¿se han planteado seriamente abandonar el tripartito?
Sí, nos lo hemos planteado, pero al final ha pesado más nuestra responsabilidad. Mucha gente nos anima a resistir, nos consideran imprescindibles para el cambio en la ciudad de Alicante.
¿Y ese momento más duro?
[Piensa] No lo sé, pero me gustaría mirar más hacia el futuro que hacia el pasado. Quitar hierro a momentos tensos, porque al final los ciudadanos nos ha votado para sacar proyectos adelante y no para que nos peleemos entre nosotros.
Con tanta guerra interna, ¿están allanando la vuelta del PP al gobierno como ya ha alertado el alcalde en más de una ocasión?
El PP se las promete muy felices y es posible que dentro de dos años se encuentre con un importante varapalo. Su estrategia es no hacer nada, dejar que nos peleemos... Yo creo que la ciudadanía valorará lo que consigamos de cambio real, más allá de desencuentros. Antes también había broncas en anteriores gobiernos.
No se aireaban desde dentro...
Al ser un solo partido es más fácil amortiguar los desencuentros.
¿Cómo cree que acabará el proceso legal contra el alcalde por los contratos de Comercio?
Es una cuestión que ahora está judicializada. El alcalde sabrá lo que tiene que hacer si en un momento dado se le imputa.
Si acaba en una imputación, ¿le pedirá que entregue el acta?
Él hará lo que tenga que hacer.
¿Se refiere a dimitir?
El alcalde hará lo que tenga que hacer en esas circunstancias. Yo le doy un voto de confianza. Es un tema que vamos a ver cómo evoluciona, ver si hay o no hay un delito en esas decisiones.
Su otro socio, Natxo Bellido, ha dicho que en el gobierno hay uno que «no quería» y uno que «no podía» impulsar el cambio. ¿Se dio por aludido?
Es posible que se pudiera referir a sí mismo... La Alcaldía podía haber sido mía, fue Compromís el que se decantó por Echávarri.
Vistos estos dos años, ¿se arrepiente de haber elegido a Echávarri como alcalde de Alicante?
No pudimos hacer otra cosa. Intentamos que Compromís considerase la posibilidad que yo fuera el alcalde o fuera rotatorio. Compromís se cerró en banda, es evidente que hubo un cambio de cromos en el País Valenciano y a Alicante le tocó el alcalde que le tocó.
¿Lo volverían a hacer todo igual en esa negociación?
¿Para evitar que la derecha gobierne? Por supuesto. No quedaba otra, no se nos hubiese perdonado nunca. Yo estuve en la anterior legislatura, intentando erosionarlos. El resto no estuvo ahí batallando contra determinados personajes.
En el pacto de gobierno se incluyó la revisión del PGOU. ¿Habrá tiempo para realizar algún cambio sustancial en el planeamiento que heredaron del PP?
Conseguiremos dejar una herencia positiva. El Catálogo de Protecciones, por ejemplo, se acabará aprobando y sentará un hito.
¿Y el Plan Estructural?
A lo único que podemos aspirar es a elaborar el documento de inicio de base para el Plan General Estructural. Previamente habrá un proceso de participación ciudadana, nada que ver con las revisiones opacas de la etapa del PP. Ellos veían que la gente les votaba y reducían el concepto de participación al hecho de votar cada cuatro años. Vamos a ver si conseguimos desactivar la comisión que sólo quiere bloquear la participación.
Esa comisión de la que habla salió adelante gracias a la oposición, incluidos los tránsfugas. Ahora, usted ha anunciado que intentará que Nerea Belmonte desbloquee el Catálogo de Protecciones. Y eso después de todo lo ha dicho de su excompañera...
Lamentablemente es así. Nerea es la persona que vimos con más predisposición para aprobar el Catálogo. Ha pedido una serie de informes que se le van a dar. Espero que cambie de opinión.
Teniendo en cuenta que los presupuestos salieron adelante gracias a Belmonte (junto a Sepulcre) y que el Catálogo está ahora en sus manos... ¿Se arrepienten de haberla echado de Guanyar?, ¿se podía haber gestionar esa crisis de otra forma?
No lo sé. Los hechos se desencadenaron de tal manera que fue muy difícil hacer otra cosa. No nos vamos a arrepentir ahora, fue una decisión colectiva.
Usted que siempre fue el gran azote del empresario Enrique Ortiz desde la oposición, ¿cómo valora que haya cobrado unos 18 millones por servicios que ha prestado fuera de contrato?
El retraso se deriva del debate sobre la remunicipalización. Y el dinero no se lo ha llevado él, ahí está el sueldo de los trabajadores.
Entonces cuando se hablaba de la «contrata del siglo» con la limpieza viaria tampoco eran para él. Y ahora además se le han pagado fuera de contrato.
Sí, sí... Teníamos un debate interno que se ha resuelto de forma tardía y ha tenido sus consecuencias. Entendíamos que era posible municipalizar, pero no fuimos capaces de convencer a los socios.
¿Y la revisión del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) incluida en el pacto de gobierno?
Ahora sería un buen momento para aprobarla para que haya más participación, rebajar el papel del alcalde omnipotente...
¿Y la auditoría ciudadana?
Otra de las cuestiones sobre la que no hemos convencido aún a nuestros socios de la necesidad de hacerla. No podemos imponerla, depende de Hacienda [PSOE].
¿Y la polémica con los veladores? Siguen sin regularizarse...
Al terminar la legislatura estaré moderadamente satisfecho. Guanyar es la única formación política en la que estos vecinos pueden depositar sus esperanzas. No esperan nada del resto de grupos.
¿Perderán la paciencia?
Espero que cuando acabe la legislatura haya unos cuantos planes de veladores aprobados.
Pese a que usted siempre se ha unido a las reivindicaciones contra la descarga de graneles, los vecinos han pedido su imputación por presunto delito ambiental y otro de prevaricación. ¿Lo considera una traición?
No sé si me consideran un enemigo más, yo sigo trabajando de su lado aunque se me presenten querellas que no consigo entender.
Sobre la limpieza, una de las áreas de Guanyar, ¿están haciendo todo lo que pueden para que Alicante esté menos sucia?
La contrata es la que es, la negoció el PP. Una contrata muy ventajosa para la UTE y perjudicial para la ciudad. Lamentablemente tenemos las manos atadas. No nos queda otra que gestionar el servicio de la mejor manera posible. Entendemos que es mejorable la limpieza en la ciudad, aunque considero que ha mejorado algo.
¿Y llegará Ikea? Porque lo último que sabemos es que no logran ni reunirse con ellos...
Es un tema que he delegado en Alcaldía. Yo hice las gestiones que entendía que debía hacer, pero al final el tema se malogró por un problema de comunicación con los directivos de Ikea. Parece que si no está el alcalde no vale la reunión. Nosotros tenemos voluntad de hablar, pero hay una parte que parece que no quiere.
