La amenaza de la Conselleria de Economía, dirigida por Rafael Climent (Compromís) de permitir la apertura comercial en festivos sólo durante los meses de verano si no se llega a un acuerdo a nivel autonómico con el sector puede abrir una nueva vía de agua en el tripartito de Alicante. Y es que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, volvió a rebelarse ayer contra la Generalitat por querer «tutelar» los horarios comerciales en la ciudad. «En materia comercial vamos a decidir los alicantinos. No vamos a permitir que desde València se nos dirija en materia comercial», señaló ayer Echávarri al conocer la hoja de ruta de la Conselleria de Economía, que ya ha anunciado que impondrá su modelo si no se produce un acuerdo inminente con el sector.

Con la vista puesta en esa negociación, el departamento de Climent ha puesto sobre la mesa una propuesta para lograr un consenso autonómico, que en términos generales permitiría la apertura en festivos en toda la ciudad durante el verano, la Navidad y la Semana Santa. Eso sí, ya ha avisado de que si no hay un pacto la solución que impondrá será mucho más restrictiva, permitiendo la apertura en festivos sólo durante las fechas estivales. Esas nuevas reglas chocan de frente con el modelo de Alicante, donde se permite la apertura en festivos durante todo el año en el entorno de Maisonnave y, a partir del próximo 18 de junio, en respuesta del Consell a una sentencia judicial, se ampliará la autorización a los tres centros comerciales (Plaza Mar 2, Gran Vía y Puerta de Alicante) que litigaron contra el Ayuntamiento.

Echávarri volvió a recordar ayer el acuerdo al que llegó con Climent. «Tengo la palabra del conseller, que dijo que respetaría las decisiones que adoptáramos en la ciudad de Alicante», resaltó el regidor socialista. Al respecto, el portavoz de Compromís en Alicante y portavoz del tripartito, Natxo Bellido, restó valor a ese pacto entre el dirigente autonómico y el alcalde de Alicante. «Si no hubiera un pacto global, desde Compromís en Alicante propondremos un acuerdo local con las nuevas reglas del juego que existen ahora, que no son las mismas que cuando se llegó al pacto entre el alcalde y el conseller. Ese acuerdo se rompió con la sentencia judicial que obliga a ampliar la libertad horaria a los tres centros comerciales», apuntó ayer Bellido, quitándole toda validez al compromiso al que recurre el alcalde para presionar en València.

Por su parte, la oposición municipal cargó con dureza contra el conseller Rafael Climent por querer imponer su modelo comercial. Desde el PP, calificaron de «cacicada» la anunciada amenaza del Consell en caso de que no se alcance un acuerdo con el sector, mientras que desde Cs señalaron que Climent «vuelve a ningunear a Alicante con una interferencia intolerable». Unos y otros también apremiaron a Echávarri a liderar la voz de la ciudad.