El grupo de investigación de Análisis de Polímeros y Nanomateriales (Nanobiopol) de la Universidad de Alicante (UA) participa en el proyecto europeo Funguschain para obtener sustancias con una elevada capacidad antimicrobiana y antioxidante de los residuos del champiñón, que podrán tener aplicaciones que van desde productos de limpieza a plásticos o suplementos alimenticios.

Cada semana se generan en Europa más de 50.000 toneladas de desperdicios de champiñón que plantean un desafío medioambiental para las principales industrias que lo comercializan a nivel mundial. De ahí surgió este proyecto, que cuenta con un presupuesto global de 11 millones de euros.

La parte científica de Funguschain está coordinada por el director del grupo Nanobiopol, Alfonso Jiménez, quien señaló que «este proyecto comprende un trabajo de cuatro años y conducirá a resultados que permitan la valorización integral de residuos y subproductos del procesado del champiñón». «Nuestro objetivo final es obtener compuestos de alto valor añadido, sostenibles e innovadores para productos de limpieza, complementos alimenticios enriquecidos y bioplásticos para bolsas, films y guantes», añadió el investigador.

«Desde los laboratorios de la UA se está desarrollando la técnica de extracción asistida por microondas de antimicrobianos, antioxidantes, proteínas, polioles y polisacáridos que formarán parte de los procesos posteriores para los citados sectores», explicó Jiménez.