Aplicaciones de móvil disfrazadas como blocs de notas o de juegos buscaminas, que permiten grabar las conversaciones de la víctima con el presunto agresor y las envían a una web donde expertos psicólogos determinan la urgencia de actuar, o que usan el big data para detectar situaciones de maltrato a partir de las costumbres del presunto acosador y se adelantan a la comisión del delito, son algunas de las novedades tecnológicas creadas por universitarios de la Escuela Politécnica de Alicante en las que el subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval, se ha interesado seriamente para incorporarlas en la lucha contra la violencia de género.

«Existen en el mercado app y dispositivos parecidos pero estas incorporan extremos novedosos que aportan seguridad a las mujeres y mejoran lo existente» destaca Purificación Algaba, jefa de la Unidad de Violencia contra la Mujer en la subdelegación.

Las app son fruto de un trabajo de curso encargado por el profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos, Fernando Llopis, pero los alumnos han hilado tan fino que la propia subdelegación de Gobierno quiere sacarles partido e incluso ha propuesto que el año próximo dirijan el trabajo de la asignatura hacia app contra el acoso escolar.

Customización

Doce alumnos de Ingeniería Informática han creado HelpFinderAPP y le llaman «ayuda en un click». «Decidimos dar un paso adelante y crear una app que haga que el maltrato de género sea solo un mal recuerdo del pasado», explican.

Un botón del pánico permite avisar a las personas previamente designadas por la potencial víctima, cuando se está produciendo el maltrato o se siente en peligro. Graba conversaciones de la mujer con su pareja, que directamente suben a un servidor y se encriptan para que posteriormente sirvan como prueba.

Antonio Tomás Lledó, Lourdes Mas y Félix Llorente añaden que la herramienta se puede customizar vía twitter o facebook. Y proponen que sea una app preinstaladas en los móviles para despistar al potencial agresor.

Be the change -«en ti comienza el cambio»- introduce la participación de expertos con los que las víctimas pueden interactuar y sentirse seguras y protegidas. «Nos hemos implicado en su desarrollo porque nadie debería pasar por este tipo de abusos y queremos ayudar a reducir el número de casos. Es un problema cuya solución no puede retrasarse más», apunta Carlos Férriz.

La app oculta incluye test para que la víctima compruebe el grado de peligro que atraviesa a partir de las respuestas que recibe de los expertos, conectados a una web enlazada, como indica Arancha Ferrero.

Concienciar

Desde la Inspección de la Policía apuntan que tienen registradas en la provincia un total de 641 víctimas con seguimiento diario, de ahí el interés de la subdelegación en incorporar las herramientas elaboradas por estos universitarios. «Somos la segunda provincia en grado de delincuencia de cualquier tipo detrás de Madrid, aunque lo que se percibe es lo contrario gracias a las fuerzas de seguridad», puntualiza Saval.

Con N1M «ni una más», catorce estudiantes liderados por Juan Antonio Herrerías han ido más allá de una app con un «proyecto integral con el que poner freno a la violencia de género». Introducen noticias para concienciar a la víctima, distintos grados de alerta directamente conectadas con la policía, y la geolocalización de la mujer vía googlemaps. También incorpora test para los hombres y concienciar a toda la sociedad.

AidHurt se basa en un potente algoritmo para anticiparse a cualquier situación de peligro. Con el uso de big data se obtiene un minucioso perfil sociológico del agresor y se detectan posibles situaciones que llevan al maltrato por el hecho de haber estado en una zona de bares o de que haya perdido su equipo de fútbol. La geolocalización tanto de la víctima como del agresor permite frustrar un desenlace fatal. Debe existir una denuncia previa para poder hacer el seguimiento del maltratador.