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La educación ya no es lo que era

Cada vez más centros educativos de la provincia trabajan con proyectos innovadores y experimentales para mejorar resultados

La educación ya no es lo que era

¿Centro público, concertado o privado? ¿Jornada continua o partida? ¿Con qué nivel de valenciano? A todas las modificaciones aplicadas por el conseller Vicent Marzà en los dos años que lleva al frente de la Conselleria de Educación y que abren un abanico cada vez mayor para los padres que han de plantearse qué tipo de formación quieren para sus hijos, hay que añadir los programas innovadores que aplican cada vez más centros educativos, tanto públicos como concertados y privados, en un intento de mejorar el rendimiento de los alumnos y acabar con el fracaso escolar.

El espejo en el que quieren mirarse tanto la administración como los propios centros es Finlandia, el país con la mejor educación de EuropaFinlandia, -no en balde el conseller Marzà viajó a este país el mes pasado para conocer su modelo educativo- aunque claro, allí destinan el 7% del PIB a la enseñanza frente al 3% español.

La apuesta en cualquier caso en la Comunidad es una educación más individualizada e innovadora, plurilingüe, con presencia de nuevas tecnologías, trabajo en equipo, menos memorística, más experimental y más abierta a la calle y a las vivencias de los alumnos.

Este mes sin ir más lejos, Aaron Asencio, profesor del colegio concertado San José Cluny Aaron AsencioSan José Cluny de Novelda, ha obtenido el máximo galardón a una experiencia en Primaria en el III Congreso Europeo de Innovación Educativa. Viendo que sus alumnos se aburrían parte del tiempo en clase, el profesor optó por invertir tareas, de forma que los alumnos hacen los deberes nada más llegar al aula, y las lecciones las ven en casa, comprimidas, en vídeos de cinco a seis minutos. Tras hacer los deberes en clase, ponen en práctica los conocimientos adquiridos en los vídeos a través de actividades dinámicas y experimentos.

Salir de las aulas

En Alicante, el colegio Jesuitas estrenará el próximo curso un nuevo modelo educativo similar en sus objetivos al de Finlandia. La prueba se realizará en dos niveles: con los alumnos de 3 años y con los de cuarto de Primaria, y se basa en trabajar sin apenas libros, usando chromebooks y ordenadores portátiles desde donde tendrán acceso a los contenidos que han elaborado los docentes. Además, las clases saldrán con frecuencia de las aulas e irán a espacios más abiertos, con el objetivo de que los escolares aprendan a través del descubrimiento y se motiven.

La innovación no se limita a los colegios privados y concertados ni mucho menos, ya que la gran mayoría de centros públicos tanto de Primaria como de Secundaria están probando nuevos métodos de enseñanza.

Tal como ha señalado Toni González, presidente de la Asociación de Directores de Institutos ADIES, «los centros públicos están innovando mucho y de muchas formas».

Para fomentar la responsabilidad de los alumnos, muchos colegios e institutos están trabajando en programas de convivencia sobre todo en la tutoría entre iguales. Este sistema incrementa la responsabilidad de los jóvenes y el trabajo en equipo y reduce el acoso escolar. Tal como ha señalado González, «se trata de que un alumno, por ejemplo de Tercero de la ESO, apadrine a otro de Primero y lo que hace es servirle de apoyo cuando llega al instituto, indicarle cómo es el centro, hacer deberes... y, si es posible, que compartan lo que sería el tutor y trabajar juntos».

Algunos centros están apostando por el denominado trabajo por proyectos, un sistema innovador aunque muy complejo de diseñar y de calificar y que necesita medios, sobre todo personal. Con este sistema se busca que los niños y jóvenes se encuentren con proyectos motivadores y retadores en los que desempeñen un papel activo.

«Por ejemplo, imaginemos a un alumno con problemas de aprendizaje pero al que le encanta la mecánica, y entonces se le enseña distintas materias a través de un proyecto como puede ser arreglar un vehículo y ver cómo funciona y así se enseñan ecuaciones para calcular distancias, o física... Se basa en aprender contenidos a través de experiencia y trabajos».

Dejar de lado las asignaturas

En la provincia está empezando a trabajar con este sistema el instituto Cotes Baixes de Alcoy mientras que en otros puntos del país, como Navarra, ya trabajan en proyectos en los ciclos formativos de forma más generalizada. «Es mucho trabajo para el profesorado y mucho trabajo para el alumno, el aprendizaje es bastante intenso pero satisfactorio. Eso sí, trabajar por proyectos significa que de lo que marca el currículum de cada asignatura hay que olvidarse. El alumno logra competencias y se consiguen objetivos pero hay que dejar de lado las asignaturas como tales», señala el presidente de los directores de institutos.

Este sistema más experimental que el tradicional, prepara a los estudiantes para la vida real y les motiva ya que, frente a su habitual queja de «aprender esto no me sirve para nada» ven que lo que estudian tiene valor y les sirve fuera del aula.

Cada vez en más centros se están incorporando las nuevas tecnologías y el aprendizaje a través de plataformas digitales, con tablets y ordenadores que poco a poco van sustituyendo a los libros «lo que te da una potencia en los centros muy grande y permite adaptarse a las necesidades del alumno» ya que en internet hay muchísimas formas de aclarar dudas o explicar cualquier materia al nivel que necesita cada estudiante.

Por otra parte, algunos centros están aplicando el enriquecimiento curricular, por ejemplo en el IES Bahía de Babel de Alicante o en el Pare Vitoria de Alcoy. Tal como ha indicado Toni González, «hablamos de altas capacidades pero en algunos aspectos. Por ejemplo, un alumno que tiene una alta capacidad de matemáticas e intentas enriquecerle esa materia. Se trata de coger esa capacidad para la que está bien dotado y potenciarla».

Por el otro lado, los centros intentan disponer de instrumentos para ayudar a los alumnos con unos niveles que no llega a los mínimos, de forma que se les pueda poner al nivel de sus compañeros lo antes posible. Para ello hace falta más medios y profesores. «Hay medios pero a veces son escasos», indica González. «Hay casos de alumnos como por ejemplo un inmigrante que desconoce el valenciano y no sabe nada de inglés y lo metes con el psicopedagogo terapéutico y trabaja las lenguas. Luego te llega otro que ha sido absentista y no sabe lo mínimo, y hay que cogerlo y darle tres vueltas para que aprenda esa base y coja el ritmo. Así podría disminuir el fracaso escolar. Son diferentes vertientes en innovación para dar oportunidad a quien puede ir mas allá por arriba, y cubrir las necesidades por abajo, de forma que cada alumno llegue lo más lejos posible».

En general se tiende a un tipo de educación más personalizada fomentando la empatía, el trabajo en equipo, el liderazgo o la creatividad, habilidades que tengan el mismo peso que las competencias académicas tradicionales. Los cambios afectan tanto al material escolar, con menos libros, como a la distribución en la clase, por grupos, y una tendencia a salir del aula. Además se da más importancia al alumno con técnicas de autoevaluación, tutoría entre iguales y experimentación.

El único freno de los centros a la hora de innovar son los medios. «Conozco a directores que se van a otras comunidades para ver qué están haciendo y para implantarlas en su centro pero es difícil lanzarte. Lo mas importante es tener medios. Trabajar por proyectos por ejemplo requiere un tipo de aula con el doble de espacio que una normal», señala González.

Pública, privada y concertada

¿Innovan más los centros concertados y privados que los públicos? González cree que no. «No creo que sea mejor la concertada o la privada que la pública. Algunos padres eligen la concertada para que sus hijos estudien Primaria y Secundaria en el mismo centro, pero yo creo que es mejor el cambio porque si no, se pierden habilidades sociales».

El nuevo decano de Educación de la Universidad de Alicante, José María Esteve, considera que no hay una gran diferencia entre la enseñanza pública y la concertada « porque el profesorado sale de las mismas aulas». A su juicio, la elección por un centro u otro depende con frecuencia de modas. «A veces tal colegio tiene fama y muchos padres intentan llevar ahí a sus hijos, pero pensar que la enseñanza concertada es mejor que la pública es un error».

Esteve destaca en este sentido los esfuerzos innovadores que están realizando los centros: «Los públicos también innovan y tienen ayuda de la conselleria de Educación. De hecho, la mayoría de centros tienen algún programa de innovación, desde la escuela inclusiva a usos de informática, hay mucha variedad según las necesidades y las características de cada centro».

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